Comerciantes del Rastro recogen 39.000 firmas contra su traslado
El presidente de la Asociación Intercultural del Rastro de Madrid, Mario Agreda, afirmó ayer que 39.000 personas han firmado ya contra el traslado del mercadillo más antiguo de la capital o la reducción de sus puestos, en una iniciativa que se puso en marcha el domingo pasado con el objetivo último de que este bazar callejero sea declarado Bien de Interés Cultural. Para lograrlo, según dijo Agreda a Efe, se requieren 500.000 firmas, las cuales permitirían debatir el proyecto en el Congreso.
Tanto la Asociación Intercultural como la Asociación el Rastro Punto Es han rechazado rotundamente los planes del Gobierno municipal, que pretende acometer una auténtica remodelación en el mercadillo madrileño de la plaza de Cascorro. La Concejalía de Economía ha encargado un estudio en profundidad de la situación del Rastro para, a continuación, "reordenar" sus 1.500 puestos. Además, baraja la posibilidad de abrir un segundo mercadillo en un solar de Villa de Vallecas, junto a Mercamadrid. Sin embargo, el titular de la concejalía, Miguel Ángel Villanueva, ha asegurado que el Ayuntamiento "jamás" se ha planteado cerrar el Rastro o trasladarlo.
A pesar de ello, Agreda afirmó que con la recogida de firmas buscan "proteger" al mercadillo "de políticos como el señor Gallardón". Quienes deseen apoyar esta iniciativa tienen que pasarse cualquier domingo por alguno de los puestos del Rastro, dejar su nombre, apellidos y DNI y firmar dos cosas: "Declararse a favor del reconocimiento institucional del rastro como Bien de Interés Cultural" y "declararse contrario a los planes de Ayuntamiento del traslado total o parcial del Rastro".
Reunión con el concejal
Por su parte, la Asociación el Rastro Punto Es continuó ayer con su campaña de carteles con el lema Gallardón amenaza el Rastro, y anunció nuevas movilizaciones si el Gobierno municipal no deja bien claro que la remodelación del mercadillo no implicará traslado, reducción de los puestos ni "sectorización" -la división del Rastro en zonas según el tipo de producto que se venda-. "Los puestos tienen que estar mezclados, porque eso invita a comprar cosas que, en un principio, el visitante no iba buscando. Si se sectorializa, se perderá la clientela de 20 años", explicó la portavoz de la asociación, Carmen Torralbo.
Representantes de ambas organizaciones se reunirán hoy con el concejal Villanueva para transmitirle sus inquietudes y recibir información de primera mano sobre los planes que el Ayutnamiento tiene para el mercadillo emblemático de la capital.
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