Imaz condiciona la colaboración con el PSOE al abandono del Pacto Antiterrorista

El PNV aprovechó su mitin de Aberri Eguna (Día de la Patria) para dejar sentado ante el futuro Gobierno que su apuesta por el plan Ibarretxe es totalmente decidida y su presidente, Josu Jon Imaz, explicitó por primera vez desde el 14 de marzo su principal condición para una eventual colaboración con el PSOE: que este partido "se desligue" del Pacto Antiterrorista que firmó en 2000 con el PP. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, por su parte, emplazó a Zapatero a aplicar al "conflicto vasco" su receta de que el terrorismo no se combate con guerras sino atacando sus causas.

El presidente de la ejecutiva del PNV, Josu Jon Imaz, exigió ayer al PSOE que "se desligue" del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo como condición para contar con su colaboración y que impulse "la regeneración democrática" dando marcha atrás a "barbaridades que el PP nunca habría podido adoptar sin su apoyo o al menos su silencio cómplice", en palabras del lehendakari, Juan José Ibarretxe. "Deseamos lo mejor a los nuevos tiempos, pero el PSOE tiene todo por demostrar", añadió.

Tanto Ibarretxe como Imaz, éste en su primera actuación como presidente en un Aberri Eguna, hicieron ayer dos discursos sin concesiones a la nueva situación abierta por la victoria y la perspectiva de un Gobierno socialista. El plan Ibarretxe es "el proyecto" estratégico y el gobierno tripartito formado por PNV, EA e IU "el instrumento imprescindible", no sólo ahora, sino también en el futuro. En dos discursos igualmente firmes ante esa cuestión nuclear, los dos recalcaron su determinación de no aceptar las sugerencias que le realiza el Partido Socialista de orillar el plan Ibarretxe para abordar una reforma consensuada del Estatuto de Autonomía.

No cabía esperar otra proclama en un acto político como el de ayer, celebrado en Bilbao ante varios miles de simpatizantes, pero lo cierto es que ambos dirigentes se emplearon con más dureza de la usada desde el 14 de marzo con el PSOE y de la que el PNV ha dejado escrita en el manifiesto de Aberri Eguna 2004, un documento "europeísta" de diez folios más matizado que sus discursos de ayer y más cercano al que realizó Imaz, el 31 de enero al asumir su cargo.

Ayer, por contra, Imaz llegó a explicitar como condición de una eventual "colaboración" con el PSOE el abandono por éste del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y le exigió que ponga "el contador a cero" rectificando los elementos de la política popular que a su juicio han supuesto un recorte de las libertades. "Si se desliga del Pacto Antiterrorista podrá contar con nuestra colaboración, pero si no, nos tendrá vigilantes defendiendo las libertades y el Estado de derecho", dijo.

Modificar el Código Penal

Imaz anunció también que el PNV promoverá en el Congreso la modificación del Código Penal para eliminar la amenaza de cárcel que ahora pesa sobre las convocatorias de consultas populares al margen de lo previsto constitucional y estatutariamente, "para que el lehendakari no vaya a la cárcel". También citó la amenaza que pesa sobre el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y emplazó al PSOE a comprometerse con la independencia del poder judicial y a acabar "con los fiscales sumisos" y a impedir que "nunca más se cierren periódicos" (en alusión a Egunkaria) ni "se ilegalicen opciones políticas" (Batasuna), ni "se use la política penitenciaria como venganza como se está haciendo" (respecto de los presos de ETA).

La única concesión que realizó Imaz, la principal figura ayer por encima del lehendakari, según el protocolo peneuvista de estos actos, fue apuntar a alguna reconsideración en los ritmos. Lo hizo con una parábola montañera: "Tenemos campamento base, mapa, brújula, equipo, víveres y voluntad y estamos dispuestos a incorporar a todos a la cordada. Eso sí, que nadie venga ni a romper la cuerda ni a pedirnos que renunciemos a la expedición". El presidente del PNV declaró tener disposición "a debatir cómo subir, hacia dónde, en qué condiciones, incluso a vivaquear alguna noche si hace falta, pero en ningún caso vamos a renunciar a emprender el camino". Por su parte, el lehendakari, que pidió "la humanización del conflicto, incluso para los condenados por horribles delitos", en alusión a los presos de ETA, para los que reclamó "sin complejos" el derecho "a cumplir condena cerca de sus casas", afirmó seguir "militando" en "el final dialogado" del "conflicto vasco". "Acepto el planteamiento de José Luis Rodríguez Zapatero de que el terrorismo no se combate con guerras sino atacando las causas", dijo. Luego exigió a la banda terrorista "un alto el fuego definitivo". "Hablando se entiende la gente, no a tiros", añadió.

Ibarretxe se ratificó con firmeza en su proyecto -"el siglo XXI no es el de la imposición, sino el de la libre adhesión", dijo- y en su intención de someterlo a consulta, "sea cual sea el resultado" de su debate en el Parlamento vasco. "Nadie va a decidir por la sociedad vasca, porque no es parte subordinada de nadie, metámonoslo en la cabeza, porque así lo vamos a ver".Con la misma determinación, Ibarretxe reafirmó el carácter de "instrumento imprescindible de futuro" de la alianza PNV, EA e IU en el Gobierno vasco, en un mensaje que repite en los últimos días para tranquilizar a sus socios. "Mi apuesta es con un proyecto [el plan Ibarretxe] y con un instrumento, el tripartito", aclaró.

Por su parte, la presidenta de EA, Begoña Errazti, dijo en Gernika que no se adherirá al Pacto Antiterrorista de PP y PSOE ni aceptará "un Ajuria Enea bis".