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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Voces a la intemperie

No hace aún dos décadas, las antologías poéticas cumplían la función de salvar algunos nombres valiosos del diluvio de libros provocado por la hipertrofia editorial, la proliferación de premios y la inexistencia de una crítica solvente que separara el trigo de la paja. Hoy la solución se ha convertido en parte del problema, pues estas antologías constituyen, ellas mismas, otro maremágnum donde coexisten indiscriminadamente propuestas al montón: generacionales, de tendencia, regionales, académicas, heterodoxas, de mujeres, de época..., y no escasas "antojolías" sólo obedientes al capricho de quien se erige en seleccionador sin encomendarse a Dios ni al sentido común, y sin conocer a fondo el caladero donde lanza las redes. Pero el exceso no garantiza la atención a quien la merece. Así sucede con los poetas catalanes en castellano, apenas tenidos en cuenta en florilegios nada restrictivos, por otra parte. Para responder a esta cicatería, Manuel Rico reúne en Por vivir aquí a 18 poetas, catalanes de nación o de residencia, que escriben en castellano.

POR VIVIR AQUÍ. Antología de poetas catalanes en castellano (1980-2003)

Manuel Rico

Bartleby. Madrid, 2003

316 páginas. 15,36 euros

Un prólogo de Vázquez Montalbán refiere las circunstancias que rodean a este "ejército literario de ocupación lingüística". El estudio preliminar de Rico acota el ámbito cronoestético de los convocados, nacidos, salvo Alberto Tesán, entre 1952 y 1966, con lo que se mantiene el escalonamiento generacional en tramos de 15 años. Rico subraya la condición doblemente fronteriza de los reunidos: por un lado, porque escriben y publican durante la consolidación del proceso de normalización lingüística del catalán, lo que los deja fuera del abrigo institucional; por otro, porque su alejamiento de las corrientes hegemónicas en España limita su presencia, según se ha señalado, en los recuentos de la lírica del último cuarto de siglo. Para muestra, un botón: entre la treintena de antologados en Poesía española reciente (Cátedra), no hay ningún catalán; tampoco en otras compilaciones semejantes. Acaso sea ésta la gabela que deben pagar por el pecado de sus padres y abuelos, que coparon las antologías canónicas novísimas y de los cincuenta.

La lírica referencial o de línea clara

se bate en retirada entre los seleccionados, pues la experiencia verbalizada no suele ceñirse al anecdotario biográfico, sino que es de naturaleza estética en Cilleruelo, se depura en el filtro de una rica tradición literaria en José María Micó, incurre en una cotidianidad hímnica -si vale el oxímoron- en Virallonga, o se redime en su solvencia reflexiva en Alberto Tesán. Otros, como Ramón Andrés, tienden a un irracionalismo de espléndidas letanías oraculares (¿cirlotianas?), cerca de las yuxtaposiciones visionarias de Neus Aguado, y no tanto del surrealismo de talante verbal de Eduardo Moga. El objeto lenguaje de éste brilla también, más ajustado y económico, en José Carlos Cataño o Carlos Vitale, y, dando cauce a una realidad extrañada, en Esther Zarraluki o Concha García, entre otros nombres. Para opinar sobre el carácter estrictamente representativo de esta selección haría falta tener un conocimiento exhaustivo de la realidad sobre la que opera, o, de no ser así, grandes dosis de frivolidad y de osadía. Quien firma estas líneas, que acaso no alcance a lo primero, no quisiera pecar de lo segundo; sí puede, en cambio, ponderar la calidad de muchos de los incluidos. Pasen y lean.

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