El Gobierno retoma el debate sobre la apertura de comercios en festivos
Encarga un estudio para determinar las repercusiones económicas
El Gobierno vasco ha decidido retomar el debate sobre la regulación de los horarios comerciales en Euskadi y la apertura en festivos, dos años después de que abandonara en un cajón el borrador de decreto que había elaborado para permitir abrir cuatro festivos al año. El desembarco el próximo año de una multinacional como Ikea, acostumbrada a operar los domingos y festivos, ha impulsado al Departamento de Comercio a encargar un estudio a sus servicios técnicos para determinar la repercusión económica de que los comercios vascos abran los días festivos.
La consejera de Comercio e Industria, Ana Aguirre, se mostró ayer partidaria de que el sector comercial vasco siga como hasta ahora, con una autorregulación acordada por los propios profesionales. Aguirre realizó esta consideración durante la rueda de prensa que ofreció para hacer balance de las actividades de su departamento a lo largo del año pasado. En la práctica, en Euskadi existe libertad de horarios para el comercio; sin embargo todos mantienen las persianas bajadas los días festivos, salvo contadas excepciones. El rechazo de los sindicatos en las grandes superficies a abrir los festivos, unido a la oposición de las asociaciones de pequeños comerciantes, ha llevado a la actual situación.
Un ejemplo de esta presión sindical lo sufrió Eroski hace unos años cuando tuvo que dar marcha atrás en su intención de abrir sus puertas el Día de la Constitución. El pacto por el que se respetan los días festivos y unos horarios más bien rígidos funciona plenamente y sólo en unas pocas ocasiones se lleva a la práctica la ley que, en teoría, permite la libertad de horario.
Consenso con el sector
Ahora, nuevas circunstancias han empujado al Departamento de Comercio a reabrir el debate. La multinacional del mueble Ikea anuncia su desembarco en Vizcaya para el próximo año. La firma sueca, con tiendas en las ciudades más importantes de España, como Madrid y Barcelona, acostumbra a abrir domingos y festivos. La consejera de Comercio reconoció ayer que formas de distribución comercial como Ikea y otras parecidas obligan a analizar de nuevo la situación que se puede crear.
Para disponer de todos los datos, Aguirre ha encargado un estudio que determine la repercusión económica para la comunidad, y en especial para los comercios vascos, de abrir un determinado número de festivos al año. "Cuando tengamos la fotografía exacta de situación tomaremos las medidas. Pero esas medidas siempre serán después de consultarlas y consensuarlas con el sector y los agentes implicados", puntualizó.
En octubre de 2001, el Ejecutivo ultimó un borrador para regular de manera definitiva los horarios comerciales en el que contemplaba que los establecimientos que así lo desearan pudieran abrir un máximo de cuatro domingos o festivos al año. El origen de la decisión del Ejecutivo de legislar en esta materia radicó en la regulación aprobada un año antes por la Administración central, que fijó en ocho días la apertura en el año 200 para, a partir de ahí, sumar un festivo más por año hasta 2004. Es decir, la liberalización completa.
La oposición frontal del sector comercial vasco y del propio Gobierno autónomo derivó en ese borrador para paliar la situación. A pesar de que el Gobierno intentó el consenso con todos los afectados, el acuerdo no fue posible y optó por guardar su borrador en un cajón y dejar que todo siguiera como antes, con la autorregulación de los profesionales y sin abrir los festivos.
Aguirre también adelantó que su departamento conformará su estrategia después de comprobar la respuesta que el nuevo Gobierno central del PSOE dará a la liberación impuesta por el anterior Ejecutivo del PP.
La consejera también analizó durante su intervención la implantación de grandes superficies comerciales desde 2001, año en el que el Gobierno vasco aprobó un decreto limitando la expansión de las grandes superficies. Desde esa fecha, se han abierto un total 43 grandes superficies. En 2003, el Departamento de Comercio autorizó la implantación de 19, que en total suman 42.000 metros cuadrados de equipamiento comercial. La normativa aprobada en 2001, recordó Aguirre, garantiza un equilibrio entre las grandes y las pequeñas empresas comerciales. Euskadi cuenta en estos momentos con 31.000 comercios minoristas (230 más que en el año 2002) y 7.900 mayoristas. En total, el sector da empleo a 109.241 personas y supone el 11% del PIB.
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