_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pluralismo

El PP ha preferido quedarse solo a la hora de acordar la composición de las Mesas del Congreso y del Senado. El PSOE proponía al PP hacer un "esfuerzo de generosidad" consistente en ceder parte de sus puestos en las Mesas de ambas Cámaras con el fin de que quedara reflejada en las mismas la pluralidad de sus grupos parlamentarios. El PP se negó en redondo. Según declaraciones de Zaplana, "no se puede hablar de pluralismo a costa del PP". O dicho de otro modo: "que pluralicen ellos", si quieren. Y "ellos" han querido. Gracias a la generosidad del PSOE que les ha cedido parte de sus puestos, tanto IU como CiU y el PNV, pasarán a formar parte de las Mesas de las dos Cámaras. Con la agravante, para el PP, de que éste perderá la presidencia del Senado, al no querer entrar a formar parte del pacto. Presidencia que pasará a ocupar el PSOE. El PP ha preferido quedarse solo, libre y suelto de ataduras, frente a todos los grupos parlamentarios. Ya es sabido que el buey suelto bien se lame. Y eso es lo que hará el PP: lamerse las heridas de las pasadas elecciones.

Todo apunta, según parece, a que la sombra de Aznar es alargada. Como la del ciprés. Mariano Rajoy se ha rodeado de un equipo de políticos aznaristas. Acebes, Michavila, Aragonés y el inefable Zaplana son genuinos representantes del estilo de Aznar: soberbio, prepotente y despreciativo. Con estos mimbres quiere construir el PP que saldrá del próximo congreso. Él sabrá lo que hace. Con esta tropa va a ser difícil que el PP se convierta en un partido abierto, centrado, dialogante y pactista. En una palabra: democrático. Lo acaba de demostrar el mismo Zaplana al negarse a participar en un acuerdo entre todos los grupos parlamentarios para reflejar, en la composición de las Mesas de Congreso y Senado, el pluralismo de los grupos representados en ambas Cámaras. Y es que para estos señores del PP, las palabras diálogo y consenso no figuran en su vocabulario. Son vocablos malditos. Su líder, el señor Aznar, ha tenido que salir por la puerta trasera debido a su soberbia y prepotencia. Su sucesor, el señor Rajoy, debiera tomar buena nota a la hora de formar su equipo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_