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El Colegio de Farmacéuticos de Alicante se personará en una investigación del fraude de recetas geriátricas

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante (COFA) anunció ayer su personación en la investigación abierta por la Consejería de Sanidad sobre un presunto fraude de canalización de recetas médicas. El director general para la prestación farmacéutica, José Luis Gomis, ya ha comunicado al presidente del COFA, Jaime Carbonell, que su departamento ha abierto un expediente para investigar las irregularidades denunciadas sobre la canalización en las dispensaciones de recetas del Servicio Valenciano del Salud (SVS) en Alicante.

Sanidad ha recibido a través del COFA hasta siete denuncias sobre canalización de recetas por parte de una fundación alicantina dedicada a la asistencia geriátrica. Según estas denuncias, la fundación Mira Blau obtiene recetas en varios geriátricos públicos y privados de la provincia de Alicante y las canaliza a una farmacia radicada en un barrio de la capital alicantina de la que es titular la presidenta de esa entidad, María del Carmen Roca de Togores. Ésta sostiene que todas las actividades de la fundación que preside son lícitas y defiende la "labor social" de Mira Blau.

Sanidad acumula hasta siete denuncias contra una fundación por competencia desleal

De acuerdo con las denuncias, la fundación, con el pretexto de mejorar la asistencia a los ancianos en los geriátricos y facilitar las gestiones a sus responsables, se asegura la canalización de las recetas de medicamentos y, sobre todo, de material sanitario. Personal de la farmacia denunciada habría intervenido, según las quejas presentadas al Colegio, en el proceso de prescripción de recetas del Servicio Valenciano de Salud. La fundación recogería las cartillas de los ancianos ingresados en geriátricos tanto públicos como privados y acudiría con ellas a los centros de salud, donde obtendrían las recetas de los facultativos de atención primaria y los visados correspondientes. Luego facturaría los medicamentos a la farmacia de la presidenta de la fundación.

Carbonell explicó ayer que el Colegio se ha limitado a trasladar a Sanidad las denuncias. A su juicio, las prácticas de canalización de recetas apartan al enfermo del contacto directo con el médico, descontrola la razón última del gasto farmacéutico que es la mejor salud del enfermo e irracionaliza el uso de los medicamentos y efectos sanitarios. El dirigente del COFA reclama la regulación farmacéutica en los centros sociosanitarios con menos de 100 camas.

Los denunciantes sostienen que la fundación ha tejido una red infranqueable que impide la leal competencia. La canalización y la competencia desleal están contempladas como falta grave en la Ley de Ordenación Farmacéutica de la Generalitat. Según los denunciantes, con estas prácticas se relativiza el control del visado e, incluso, grandes cantidades de recetas sin dispensar habrían quedado en poder de la farmacia hasta el momento de obtención del mismo.

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