Carod se presenta como líder de la fracción de Esquerra en el Gobierno catalán

La atípica situación en que se halla el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, como líder de un partido de gobierno y situado contra su voluntad fuera de ese Gobierno se puso de manifiesto ayer. Carod convocó a mediodía una conferencia de prensa en el Parlament para dar a conocer un informe sobre la gestión de la parte del Gobierno que corresponde a los seis consejeros de su partido. Ni que decir tiene que el balance fue positivo. Del resto dijo que la gestión la comparte "menos" y que en algún caso no la comparte. De la crisis provocada por él, que estuvo a punto de romper el Gobierno, no quiso hablar.

Carod está decidido a mostrar públicamente que sigue pesando en el Gobierno de Pasqual Maragall, del que tuvo que dimitir cinco semanas después de tomar posesión como conseller en cap cuando se descubrió que se había entrevistado con la cúpula de ETA a espaldas del presidente.

En una demostración de su voluntad de presentarse como líder de una fracción, la de Esquerra, en el Gobierno catalán, Carod se hizo acompañar en la conferencia de prensa por el conseller en cap, Josep Bargalló, y los consejeros de Enseñanza, Gobernación, Comercio, y Universidades. La consejera de Bienestar Social no pudo asistir porque en el mismo momento respondía a una interpelación en el pleno de la Cámara.

Bargalló había protagonizado el pasado martes en el Palau de la Generalitat la evaluación oficial del Gobierno catalán sobre sus primeros 100 días de vida, que calificó como "convulsos", pero positivos. Maragall hizo la suya ayer por la tarde en el Parlament, en la sesión de control sobre el Gobierno. Carod quiso colocarse entre ambos pronunciamientos, y lo hizo para recordar, una vez más, que el Gobierno formado por el PSC, ERC e ICV-EUiA existe gracias a Esquerra. Es decir, gracias a que Esquerra no quiso formar un gobierno con CiU que las matemáticas parlamentarias también permitían, y siguen permitiendo.

Bargalló, inexpresivo

Incluso el apoyo al Gobierno para lo que resta de legislatura tuvo una parte de advertencia para los socios. "Esquerra es la garantía del cumplimiento del pacto del Tinell", dijo. En el Salón del Tinell de Barcelona firmaron solemnemente Maragall, Carod y Joan Saura en diciembre el programa conjunto del PSC, ERC e ICV-EUiA que permitió alumbrar el actual Gobierno catalán.

Las evaluaciones realizadas por Carod fueron en general coincidentes con las realizadas la víspera por Bargalló, pero no siempre. Bargalló situó el reciente reconocimiento internacional del patinaje deportivo catalán como una responsabilidad de las entidades privadas que lo han conseguido. En cambio, Carod lo puso como ejemplo de éxito logrado por su parte del Gobierno, que entre otras incluye la Secretaría General del Deporte. Y destacó que en tres meses ha logrado "lo que no había sido posible en las décadas anteriores" con los sucesivos gobiernos de CiU. A su lado, Bargalló se limitó a permancer serio, inexpresivo.

El anuncio de esta conferencia de prensa de Carod no fue bien acogido por los socialistas ni por algunos dirigentes de Esquerra. Nadie quiso pronunciarse abiertamente en contra, pero el disgusto trascendió. Se confirmaba lo que en las últimas semanas se temía, incluso en la dirección de Esquerra: no va a ser fácil el encaje de la acción del Gobierno con la actuación de Carod como candidato a la presidencia de la Generalitat que ha decidido comenzar ya su campaña electoral.

Carod rechazó hablar de la crisis que le obligó a dimitir como conseller en cap. "Es agua pasada", dijo. Pero no se ahorró mostrar una vez más su resentimiento por el comportamiento de los líderes del PSC e Iniciativa, Maragall y Joan Saura, respectivamente, en aquel momento. Reiteró su convicción de que ambos habían tratado de aprovechar la crisis para "ganar cuota de poder" y "resituarse" ventajosamente respecto a Esquerra. Ratificó que no volverá al Gobierno, "entre otras cosas porque si regresara ya no sería el mismo Gobierno".

El líder de ERC aprovechó la ocasión para destacar que el electorado ha revalidado la opción estratégica tomada por la dirección del partido cuando desechó la posibilidad de formar un gobierno nacionalista con CiU y se inclinó por la fórmula de "gobierno catalanista y de izquierdas".

El crecimiento registrado por los tres partidos de la izquierda en las elecciones generales del 14 de marzo disipó totalmente el temor a que Esquerra pudiera perder el apoyo de la parte de sus electores que preferían un gobierno con CiU presidido por el convergente Artur Mas. "La sociedad catalana ha avalado políticamente la constitución de este gobierno y todos los pasos dados por Esquerra", afirmó.

La prueba de esta reválida es que las tres fuerzas que componen el Gobierno catalán haya pasado, en conjunto, de tener 19 escaños en el Congreso de los Diputados a 31, mientras que los escaños de CiU y el PP, los dos partidos aliados en la anterior mayoría de gobierno han pasado de 27 a 16.