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Reportaje:

Las mujeres de Rubens

Un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén enseña a futuros maestros a prevenir la anorexia

Desde que en los sesenta la imagen esquelética de la modelo Twiggy saltara a las pasarelas, el ideal de belleza femenina, caracterizado por la eterna juventud y una extrema delgadez, se ha convertido en un arma de doble filo que ha provocado y provoca auténticas tragedias personales y familiares. Con estos términos, la directora del departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Jaén, María Luisa Zagalaz, hace referencia a enfermedades como la anorexia o la bulimia, "que son relativamente modernas y que afecta no sólo a jóvenes adolescentes, sino también a niños en edades más tempranas". El grupo de investigación que Zagalaz dirige persigue desarrollar un módulo didáctico que combina la pintura y la música para prevenir, con la ayuda de los maestros de Educación Física, las enfermedades derivadas de los trastornos alimenticios.

"Las clases de Educación Física permiten observar a los alumnos desde otra perspectiva e impartir unos conocimientos que no tienen cabida en otras materias académicas", explica la profesora jiennense. Según señala Zagalaz, los profesores de Educación Física son los primeros que observan la evolución del cuerpo de sus alumnos y aquellos comportamientos que llevan a encender la luz de alarma. "Primero se empieza ayunando, tonteando con las dietas y machacándose con las flexiones hasta que la cosa se va de las manos y la mente puede más que el cuerpo", advierte la directora del proyecto.

El objetivo de los investigadores jiennenses es mostrar a los alumnos de educación Secundaria que el cuerpo de cada uno es diferente y que cada época ha tenido sus ideal de belleza. Para ello, profesores de Arte han seleccionado obras de todas las épocas en las que se representa el cuerpo humano desnudo. Uno de estos pintores es Rubens, personaje emblemático del Barroco y que en las Tres gracias deja patente el canon de la época, que exalta a la mujer rolliza y exuberante. A cada imagen le acompaña una pieza musical que ayuda a recrear la época y, al mismo tiempo, motivar a los alumnos. "Cada chaval tiene que asumir su propia imagen y tenemos que enseñarles que pueden ser felices, aunque no sean perfectos", subraya Zagalaz.

Para los investigadores de la UJA, el hecho de que cerca del 3% de los jóvenes padezca bulimia o anorexia pone de manifiesto la necesidad de educar y trabajar con otros valores que no sean los de la competitividad, la perfección y la agresividad, "típicos de la sociedad posmoderna en la que vivimos".

En este sentido, la directora del proyecto destaca el papel que deben jugar los futuros maestros para atajar un problema que se está agudizando día a día y que se compara con el de la drogadicción. "Aquí la droga es no comer, y como cualquier droga, puede matar", advierte Zagalaz.

Aunque todavía no se ha puesto en marcha este módulo didáctico, los investigadores están en contacto con otras universidades andaluzas para poder crear una red que estudie y afronte las mencionadas enfermedades y otras como la vigorexia, más frecuente en hombres que se "machacan" en el gimnasio para conseguir una gran musculatura, y la ortorexia, que consiste en limitar la alimentación a productos considerados light, "bajos en calorías" o "bio", entre otras denominaciones.

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