_
_
_
_
_
PSIQUIATRÍA | El trastorno afecta al 3%-5% de los escolares, pero sólo una ínfima parte está tratada

Los psiquiatras defienden el uso de fármacos estimulantes para combatir la hiperactividad

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que afecta al 3-5% de los escolares, es uno de los más controvertidos en psiquiatría infantil. De su adecuado tratamiento médico depende en buena medida que estos niños no fracasen. Y dentro de ese tratamiento, destacados psiquiatras defienden el uso de los fármacos psicoestimulantes como la mejor fórmula para ayudar a que los niños con el trastorno se autocontrolen, puedan fijar la atención y, a partir de ahí, puedan superar los estudios e integrarse en la sociedad.

Los psiquiatras han redoblado la defensa de este tipo medicinas en un momento en el que una corriente recorre la opinión pública en EE UU denostando este tratamiento por entender que se aboca a los niños hiperactivos a convertirse en probables toxicómanos cuando sean adultos. En un congreso celebrado en Vitoria la primera semana de marzo y organizado por los hospitales psiquiátricos del País Vasco, los profesionales participantes coincidieron en que el uso de psicoestimulantes es el mejor tratamiento que se puede ofrecer hoy en día a estos niños.

Los fármacos ayudan a los niños a controlarse, sentando así la base para todo lo demás

Estos medicamentos, que fundamentalmente se reducen al metilfenidato (un derivado de las anfetaminas), consiguen reducir el movimiento físico tan característico de los niños hiperactivos, a la vez que propicia un aumento de su actividad cerebral. Miguel Casas, responsable del servicio de psiquiatría del Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, explica que en países como Francia hablar de metilfenidato y de anfetaminas es "casi pecado mortal". "Niegan la evidencia científica y dicen que no hay que tratar con estos fármacos a los niños, pero los estudios científicos demuestran lo contrario", recalca.

Para José Antonio Fernández de Legaria, responsable de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Álava, la alarma social suscitada en EE UU se debe a la campaña desatada por grupos de presión, como la Iglesia de la Cinesiología, contra los psiquiatras que tratan con psicoestimulantes. Dicen que "nos hemos vuelto locos y obedecemos a los designios de la industria farmacéutica", indica Legaria, que sostiene que si los fármacos son los adecuados van a permitir al niño adquirir aprendizajes imposibles de lograr sin tratamiento.

El psiquiatra Josep Antoni Ramos, del Hospital Vall d'Hebron, añade datos para apuntalar la defensa de los psicoestimulantes. "Los síntomas remiten en el 80% de los niños tratados con estos medicamentos. Además, cuando llegan a la vida adulta tienen dos veces menos problemas de drogodependencia que los niños que no han sido medicados". Según Ramos, el debate sobre el uso de estas medicinas es tan intenso en la sociedad americana porque el 5% de los niños en edad escolar están medicados con metilfenidato, es decir prácticamente todos los que han sido diagnosticados de hiperactividad, lo que provoca una preocupación acerca de un exceso de tratamiento. Mientras, en España ese porcentaje es del 0,008%.

Esta bajísima utilización del fármaco en España refleja que apenas se ha identificado a los niños que realmente sufren este trastorno. La psiquiatra Amaya Hervás, del Hospital Mutua de Terrassa, alerta sobre la existencia de un agujero inmenso en el tratamiento de la enfermedad. "Gran parte del fracaso escolar y de los problemas de drogodependencia del futuro los estamos dejando colar porque los niños no son diagnosticados correctamente y pasan por ser niños traviesos", previene.

Por eso, Hervás insiste en que el tratamiento farmacológico en los niños es fundamental. "La hiperactividad es un problema de autocontrol. Cualquier tipo de intervención psicológica no va a ser muy efectiva si no le ayuda a controlarse. Y ahí es donde encajan los fármacos, que ayudan a los niños a mantener la atención, sentando así la base para todo lo demás". Además, el uso de psicoestimulantes previene las grandes complicaciones asociadas al crecimiento del niño hiperactivo, que a menudo le incapacitan para desarrollar una vida normal.

Porque la hiperactividad, tan relacionada con los niños, también tiene su reflejo en los adultos. El Hospital Vall d'Hebron cuenta desde hace dos años con un servicio que atiende a adultos con este trastorno. Próximamente van a publicar un estudio con las conclusiones después de tratar a los primeros 100 pacientes. Ramos, que trabaja en la unidad, adelanta algunos datos: "La evolución es mucho mejor en aquellos que vienen diagnosticados y tratados desde pequeños. Por ejemplo, han logrado concluir unos estudios y existe una respuesta muy buena al metilfenidato. No tenemos ningún caso de alguien que haya hecho un mal uso del fármaco. Los que no han sido tratados presentan unos cuadros mucho más complejos".

El psiquiatra Miquel Casas, del hospital Valle de Hebrón de Barcelona.
El psiquiatra Miquel Casas, del hospital Valle de Hebrón de Barcelona.JOAN GUERRERO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_