Sanidad cierra 60 camas en el hospital de la Cruz Roja

El hospital de la Cruz Roja, de la Consejería de Sanidad, cerrará en los próximos días unas 60 de sus 240 camas hasta el mes de noviembre. Estas camas atienden a enfermos geriátricos que sufren varias enfermedades. La medida dejará sin trabajo a unos 65 profesionales sanitarios. "Nos han dicho que hay que dejar libres las camas porque no hay presupuesto para tenerlas abiertas hasta noviembre", denuncia José Luis García, hijo de una enferma. El hospital admite el cierre, pero dice que "se hace cada año; estas camas son estacionales y sólo están abiertas en invierno".

"Lo peor es que no tenemos ninguna alternativa en la sanidad pública ahora que nos están dando el alta médica. Este hospital es el mejor de la región para estos enfermos: ancianos con varias enfermedades y que necesitan rehabilitación. Y queremos reconocer la labor de los trabajadores que van a quedar en la calle, por su atención médica y por la calidad humana con la que tratan a nuestros mayores", añade García.

La historia de su madre -83 años y en el último año tres ingresos en Cruz Roja, nueve en las urgencias de La Paz, varios infartos cerebrales, insuficiencia cardiaca y respiratoria, infecciones de orina...- es común entre los enfermos que dejarán de ser atendidos por la Cruz Roja. También Gabriel Prieto, cuyo padre tiene 94 años, se encuentra en una situación parecida. La pregunta que se hacen ahora todas estas familias es dónde llevarán a sus familiares, a los que no pueden atender en sus casas. De momento, no se conforman con la decisión y han iniciado una recogida de firmas para exigirle al gerente del hospital que rectifique. De momento, han conseguido más de 400.

Camas sociosanitarias

La mayoría de camas de la Cruz Roja atienden a pacientes crónicos y ancianos que sufren varias enfermedades. Son las llamadas camas sociosanitarias, de las que la región sufre un gran déficit, según denuncia el PSOE y han admitido en varios foros los responsables de la sanidad madrileña.

"Por eso no entendemos esta decisión", denuncia la concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Carmen Sánchez Carazo. "En la región faltan camas para crónicos y para mayores. Esto es sabido y reconocido por todos. Por eso, nos parece incomprensible esta decisión y que se argumente que es por falta de dinero", añade Sánchez Carazo.

El hospital de la Cruz Roja está organizado internamente en varios módulos. La decisión de cerrar camas afecta a los módulos 11 y 16, con 28 y 29 camas, respectivamente. La medida afecta a unas cincuenta enfermeras y auxiliares de enfermería, a cinco médicos y a un número similar de limpiadores y celadores. Estos trabajadores son contratados por el tiempo que estén abiertas las camas que atienden, por lo que, al cerrar éstas, no se les renueva el contrato.

Un portavoz del hospital confirmó ayer que a partir de Semana Santa los módulos 11 y 16 dejarán de funcionar. "Pero no es por falta de presupuesto, sino porque ya está programado así. Éstas son camas estacionales, que sólo se abren en invierno ante el recrudecimiento de las enfermedades asociadas a los enfermos crónicos y personas de la tercera edad", explicó esta portavoz.

El hospital defiende su decisión argumentando que "el cierre de camas cuando llega la primavera se hace todos los años y no tiene nada nuevo que este año se repita".

La falta de camas para enfermos crónicos y de la tercera edad, que necesitan ingresos hospitalarios más largos y frecuentes, es una de las causas de los colapsos intermitentes que sufren las urgencias de los grandes hospitales, que se encuentran con parte de sus camas ocupadas por estos enfermos. Esto les impide absorber los picos de ingresos en urgencias causados por la gripe en invierno, la alergia a los pólenes en primavera, o el calor en verano.

Para solventar esta carencia, la Consejería de Sanidad empezó a negociar hace dos años con el Ministerio de Defensa la compra del hospital del Generalísimo, uno de los cuatro centros militares que Defensa puso a la venta en la región. Hasta el momento, sin embargo, no hay acuerdo y el Generalísimo sigue cerrado a sólo 200 metros del hospital Clínico, uno de los grandes centros sanitarios de la región.