El presidente acepta verse con Pla diez meses después de ser elegido

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, consideró ayer que ya ha llegado el momento de entrevistarse con el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla. Una entrevista que el líder de los socialistas valencianos le pidió poco después de que Camps fuera investido presidente, el 20 de junio del pasado año. Va a hacer diez meses y ayer Camps respondió al portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Antoni Such, quien criticó que el presidente se haya entrevistado en este tiempo hasta en ocho ocasiones con el presidente de la Región de Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel, y ninguna con el líder del primer partido de la oposición.

Preguntado al respecto, el presidente señaló que las circunstancias de la campaña electoral "marcaban un impasse de espera", y añadió que a partir de ahora corresponde que Pla y él se pongan en contacto para, entre los dos, "encontrar el momento" para verse. Fuentes del PSPV dijeron ayer que Pla esperará a que llegue una invitación formal desde Presidencia de la Generalitat.

Camps hizo ayer estas declaraciones tras pedir a los dirigentes socialistas valencianos que se pronuncien sobre la petición de los presidentes de Cataluña y de Aragón, Pasqual Maragall y Marcelino Iglesias, respectivamente, a la ministra de Medio Ambiente en funciones, Elvira Rodríguez, de paralizar el trasvase de agua del Ebro a la Comunidad Valenciana previsto en el Plan Hidrológico Nacional. El presidente consideró "fundamental" conocer la posición de los socialistas valencianos, porque la postura de los presidentes socialistas catalán y aragonés -que calificó de "irresponsabilidad de primera magnitud"- supone "detener la solución al problema más importante que en estos momentos tiene la Comunidad Valenciana".

Por otra parte, el presidente, que participó anoche en una cena-coloquio organizada por el Foro de la Nueva Economía y The Wall Street Journal Europe, hizo una cerrada defensa de la gestión del PP tanto en la Generalitat como en el Gobierno central, que, según dijo, ha permitido que la Comunidad Valenciana haya crecido en esos años "el doble" y advirtió de que "romper esa inercia no sería bueno". Era un mensaje al nuevo Ejecutivo central, al que Camps pidió "lealtad" y al que avisó de que le exigirá que mantenga las políticas fiscales y sociales que han permitido ese progreso, así como las infraestructuras, con menciones al PHN y el AVE.