"La idea es lanzarlos y que luego sigan solos"
David de la Fuente es el coordinador del programa Lazarillo que comenzó en octubre de 2003 y que depende del Servicio de Asesoramiento Educativo de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
"El proyecto nació para ayudar al alumnado en el primer curso, que es cuando tiene un desconocimiento total de las materias, de las becas que pueden solicitar y de lo que es el funcionamiento universitario", explica. De la Fuente señala que lo que diferencia a la Universidad Pablo de Olavide del resto de las universidades españolas en las que se aplica este programa -como la Complutense de Madrid o la Politécnica de Valencia- es que ellos han puesto en marcha el proyecto en todas las carreras, algo que no ocurre en instituciones del resto de España.
"En las demás universidades que se realiza una experiencia parecida se ha ido haciendo por facultades y nosotros queríamos que todo el mundo pudiese acceder al programa desde el principio", cuenta. Para De La Fuente lo importante es que los "guías" del programa sean los propios estudiantes. "Creemos que son ellos los que mejor pueden hacer de intermediarios. Los que ya han pasado por los mismos tropiezos son los que mejor pueden comunicar sus experiencias a los nuevos alumnos", añade.
Los tutores tienen que cumplir varios requisitos: estar en los últimos tres años de la carrera universitaria o en los dos últimos de la diplomatura y tener aprobado el 75% de créditos. También contar con el visto bueno del decano o director de la facultad correspondiente y pasar un curso inicial de formación. En el caso de los alumnos-mentores de la carrera conjunta de Derecho y Administración de Empresas, no hay premio académico pues no hay asignaturas de libre configuración, según Antonio Cosío, un estudiante de cuarto que es alumno-mentor de tres compañeros de primero.
Los alumnos guías del resto de las carreras, un total de 60, si recibirán los tres créditos al final del año. David de la Fuente comenta que la experiencia está siendo muy "positiva" y que esperan que siga el año que viene. "Hay alumnos que se pueden dar de baja a mitad de curso porque se desaniman pero de momento no hemos tenido muchas bajas. A final de curso nos reuniremos para analizar los casos", explica.
De la Fuente aclara que gracias al programa el fracaso escolar de los alumnos puede disminuir. "Los alumnos ya han pasado por el mismo camino y ayudan a los demás a planificar sus estudios, les orientan sobre algunas materias y les solucionan problemas del día a día. La idea principal es lanzar a los estudiantes en la carrera y que luego ellos sigan solos", concluye.
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