Polonia afronta una grave crisis en vísperas de su ingreso en la UE

La dimisión del primer ministro Leszek Miller, de 57 años, de la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), los antiguos comunistas reconvertidos en socialdemócratas, abre en Polonia un periodo de incertidumbre a poco más de un mes de la entrada del país en la Unión Europea, a dos meses y medio de las elecciones al Parlamento Europeo y en medio de la discusión sobre la futura Constitución europea.

Un día después de la dimisión de Miller, que será efectiva el 2 de mayo, 24 horas después del ingreso de Polonia en la UE, su partido, la SLD, celebraba en Varsovia a puerta cerrada una reunión con los 300 delegados de su Consejo Nacional para hacer frente a la nueva situación tras la dimisión de Miller y la escisión de un grupo de notables que ha formado un nuevo partido bajo el lema Socialdemocracia Polaca (SDPL). La SLD se pronunció en contra de elecciones anticipadas y considera que la actual Dieta (Parlamento) y el Gobierno que se forme en mayo tienen todavía trabajo pendiente y posibilidades de realizarlo.

Por su parte, el presidente Aleksander Kwasniewski deshojaba la margarita en busca de un posible candidato a la sucesión de Miller que pueda reunir a mediados de mayo los 231 votos de la Dieta y evitar así la convocatoria de elecciones anticipadas. Se barajan los nombres de Marek Belka, ex ministro de Hacienda ahora destinado en Irak y encargado de la reconstrucción civil; el del ministro de Exteriores, Wlodzimierz Cimoszewicz, que coquetea con la idea de dejar la SLD y pasarse a los escindidos, y el del ministro del Interior, Jozef Oleksy. Cimoszewicz y Oleksy ya fueron primeros ministros en otros Gobiernos de la SLD a mediados de los noventa. Las opciones de Cimoszewicz y Oleksy serían las más continuistas. Kwasniewski se pronunciará el lunes sobre el candidato que propondrá a la Dieta.

El caudillo populista Andrzej Lepper, que ha experimentado en los últimos meses una gran subida en los sondeos al mismo tiempo que se hundía la SLD, se reunía ayer en un centro de exposiciones de Varsovia con unos mil jóvenes de Samoobrona (Autodefensa) y exigía a voces una oportunidad para su partido, que "todavía no ha gobernado en 14 años" de democracia como la derecha y la izquierda. Lepper lanzaba improperios contra los ladrones que se han enriquecido con las privatizaciones y una UE que ha convertido a Polonia en un mercado para sus excedentes y al mismo tiempo cierra las puertas a la entrada de trabajadores polacos.

Los análisis sobre la situación de Polonia tras la dimisión de Miller varían en la estimación de posibles salidas, pero coinciden en señalar la gravedad de la crisis. Para el veterano corresponsal de la agencia Efe en Varsovia Jorge Ruiz Lardizábal, "la dimisión anunciada por el primer ministro, Leszek Miller, abre en Polonia una grave crisis que amenaza con desestabilizar la situación del país a sólo 36 días de la entrada oficial en la UE".

Corrupción

Para el periódico de izquierda Gazeta Wyborcza, resulta "imposible pronosticar lo que va a surgir del caos político en Polonia. ¿Quién se hará cargo de la masa de la quiebra tras el Gobierno de Miller? La culpa de la crisis política, de la gangrena de las instituciones públicas, de la corrupción, recae sobre la SLD y sobre los miembros de ese partido que lo abandonaron recientemente". Según el diario de referencia polaco, "esto no libera a los políticos de la responsabilidad respecto al rumbo que debe llevar Polonia. Casi todos se pronuncian por elecciones anticipadas, pero si estas elecciones se celebrasen ahora, el que está mejor preparado es Samoobrona. Lepper tiene su lema: 'Ellos ya gobernaron', y ésta es su mayor ventaja para la victoria electoral. Debemos exigir que los políticos sensatos frustren esta perspectiva".

Polonia no es un pequeño país como el resto de Estados que entrarán en la UE el próximo 1 de mayo. Con casi 40 millones, Polonia suma más habitantes que todos los otros nueve países que entrarán en la UE. La crisis de Polonia tiene repercusiones para la UE, aunque Kwasniewski haya asegurado que mantendrá a los ministros de Exteriores y Defensa, símbolos de continuidad hacia Bruselas y Bagdad.