La UE recupera el consenso para acelerar la Constitución europea

La Unión Europea consiguió ayer cerrar las heridas y superar el estancamiento que había vivido en los últimos meses. Después de los terribles atentados del 11 de marzo y tras el vuelco electoral vivido en España, los líderes de los 15 países miembros más los 10 que se incorporarán en mayo estuvieron de acuerdo en que la grave amenaza terrorista les obliga a la unidad en todos los frentes. Todos acordaron comprometerse a reabrir las negociaciones sobre la Constitución europea, que quedaron en vía muerta tras la presidencia italiana de la UE, en diciembre, con el objetivo de lograr un acuerdo antes del 18 de junio.

Tras el 11-M, "todos sentimos la presión que nos ha llevado a reaccionar por el bien de Europa", aseguró el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, presidente de turno de la UE. "Lo ocurrido demuestra que Europa debe defenderse con eficacia; Madrid ha cambiado la situación", añadía el primer ministro polaco, Leszek Miller. El mandatario polaco y el español, José María Aznar, fueron quienes bloquearon el proyecto constitucional elaborado por la Convención Europea. Polonia, tras la derrota del PP en las urnas y el inminente cambio de Gobierno en España, se ha visto obligada a cambiar su rechazo al proyecto por el consenso. Así, los 15 países miembros más los diez que se incorporarán el 1 de mayo se comprometieron a alcanzar un acuerdo antes del 18 de junio, cuando se produzca la próxima cumbre de la UE. Para ello se reabrirán próximamente las negociaciones.

El presidente francés, Jacques Chirac, consideró "muy interesantes" las declaraciones que ha hecho José Luis Rodríguez Zapatero en defensa del proyecto europeo. "Espero que se puedan reforzar esas relaciones [de España con Francia y Alemania] y que España tenga un lugar fuerte en la construcción europea".

José María Aznar, por su parte, se despidió de la Unión Europea con una defensa cerrada de su gestión que, aseguró, ha colocado a España en la mejor posición que nunca ha tenido en Europa, en un clima de gran prosperidad y con grandes avances en la lucha contra el terrorismo. Aznar recibió fríamente los aplausos de varios líderes europeos y se despidió simplemente: "Muchas gracias y que les vaya muy bien".