Zapatero impone a su partido "austeridad, prudencia y humildad en el ejercicio del poder"

La primera reunión del Comité Federal del PSOE después de la victoria electoral sirvió para que los miembros del máximo órgano de dirección mostraran a José Luis Rodríguez Zapatero su apoyo y reconocimiento por haber llevado al partido al triunfo y, por tanto, manos libres para organizar el Gobierno. Zapatero aseguró que gobernará para todos y no sólo para militantes y votantes socialistas, pero lo hará "junto y con el partido". El líder socialista invocó una suerte de catálogo del buen gobernante, que pasa por "la austeridad, la prudencia y la humildad en el ejercicio del poder", porque es del pueblo.

Fue el ex presidente del Gobierno Felipe González quien provocó la reacción del comité federal y del propio José Luis Rodríguez Zapatero sobre para quién se gobierna. González, en la primera reunión del comité federal tras las elecciones, celebrado a puerta cerrada, tras felicitar de manera entusiasta y emocionada a José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo que tiene que gobernar "desde Moncloa y no desde la sede del partido en la calle Ferraz".

Esto ya lo dijo el ex presidente del Gobierno en los años 90, cuando se abrió una brecha entre guerristas y renovadores y desde el partido se reprochaba a González que no tuviera en cuenta a la organización. El entonces presidente pronunció la frase que ayer utilizó en su consejo a Zapatero.

La réplica la dio el futuro presidente, quizá un tanto obligado por que Manuel de la Rocha, de la corriente Izquierda Socialista, pidió al líder del PSOE que esa autonomía para gobernar fuera compatible con guardar un equilibro de relaciones con el partido ya que la cohesión de la organización es fundamental "para garantizar la continuidad del cambio". Y Zapatero respondió: "Voy a gobernar para todos los ciudadanos pero con y junto al partido, y pediré al comité federal que me apoye y también que me critique".

Aunque Zapatero no ha tenido nunca especiales dificultades para salir airoso de las reuniones del comité federal desde que llegó a la secretaría general, hace cuatro años, ayer recibió toda clase de parabienes. De entrada, sus más de 200 miembros le recibieron en pie y con aplausos, algo ajeno al ritual de estas reuniones a puerta cerrada. Zapatero explicó las razones, a su juicio, de la victoria pero empezó con la petición de un minuto de silencio por las víctimas del 11 de marzo. "Nunca, nunca les vamos a olvidar", proclamó Zapatero, que evocó las 80 horas que transcurrieron entre el atentado y las elecciones. "La conducta de los españoles fue heroica", afirmó. Zapatero acepta todas las explicaciones sobre el resultado electoral, menos una: "Aquella que describe al pueblo español acobardado frente al terrorismo. Esa descripción es indecente".

Catálogo del buen gobierno

El líder socialista quiso desterrar los demonios de un pasado no muy lejano en el que el PSOE fue perdiendo crédito social por el comportamiento poco ético, en algunos casos, o corrupto en otros. Entonces hizo una especie de catálogo del buen gobernante: primero, tiene que escuchar a los ciudadanos; después, reclamó "humildad y prudencia". "También nos lo enseñó Pablo Iglesias; sed prudentes, jamás débiles". Otro principio: "Debemos conducirnos con austeridad; no sólo hablo de frugalidad, de austeridad económica; no sólo de rigor en el gasto. Pido austeridad en el ejercicio del poder. El poder no es nuestro, es de los ciudadanos." Austeridad, también, "en la vida personal e institucional".

Zapatero exhortó al optimismo y al ánimo ante la nueva etapa que empieza en España: en política exterior y en el impulso a la construcción del Estado de las Autonomías "que refuerce la cohesión de España", con la "actualización estatutaria de aquellas comunidades que lo precisen, dentro del marco contitucional". También ha llegado la hora, dijo Zapatero, del avance "de la España social". Aseguró que es la hora de los discapacitados; de las personas dependientes; de quienes precisan una vivienda; de la educación, de la investigación y de la inversión en el futuro. Y continuó con la expresión del meollo de su programa electoral: respeto a las opciones sexuales, la preeminencia de una visión laica, el funcionamiento de la televisión pública al servicio de la sociedad; "el combate sin tregua contra el machismo criminal". Y sobre todo, Zapatero hizo un homenaje "a la gente común y sencilla. Es la única que estará a nuestro lado los días difíciles", advirtió.