Aceptación y respeto mutuo de las diferencias
Desde que en 1948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que recogía como uno de sus principios fundamentales la no discriminación por motivos de raza, sexo, idioma o religión, la comunidad internacional ha avanzado considerablemente en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia. Se han promulgado leyes de aplicación nacional e internacional y se han aprobado numerosos instrumentos internacionales de derechos humanos. Pese a que se han logrado éxitos espectaculares, el sueño de que el mundo se vea libre del odio y los prejuicios raciales sólo se ha hecho realidad a medias.
Sin embargo algo que hoy podemos celebrar es el hecho de que el racismo sea condenado universalmente. Pocas personas en el mundo niegan abiertamente que los seres humanos nacen con igualdad de derechos. Desgraciadamente, demasiadas personas son todavía tratadas injustamente por pertenecer a un grupo determinado, ya sea nacional, étnico o religioso, definido en función de género o del origen.
Por ello, esta semana que la ONU consagra a luchar contra el racismo y la Discriminación Racial, nos debe servir para recordar que estas actitudes intolerantes se encuentran entre las más graves amenazas contra la dignidad y libertad humanas y que las sociedades no podemos tolerar el racismo sin poner en peligro la paz y la justicia.
Desde la Generalitat Valenciana, el objetivo fundamental ha sido y es la creación de normas, estructuras y recursos que aseguren el reconocimiento pleno de la dignidad y la igualdad de todas las personas y el pleno respeto de sus derechos humanos.
Para ello hay que seguir insistiendo en no permitir que la diversidad de razas y culturas se convierta en un factor limitador y a entenderla, en cambio, como una posibilidad de enriquecimiento mutuo. Todos los ciudadanos, nacidos libres e iguales en dignidad y derechos, están dotados de la posibilidad de contribuir constructivamente al desarrollo y al bienestar de sus sociedades.
Así es como el Gobierno Valenciano, entiende y ha querido abordar uno de los fenómenos que en la actualidad desencadena actitudes intolerantes de discriminación racial y xenofobia en todo el panorama internacional. Se trata de la inmigración, un movimiento social que ha convertido a la Comunidad Valenciana en la cuarta comunidad española receptora de extranjeros por detrás de Cataluña, Madrid y Andalucía.
La política social valenciana en materia de inmigración presenta como líneas irrenunciables de actuación la construcción de una sociedad cohesionada cuyo objetivo prioritario es conseguir la integración plena de todos los ciudadanos que viven y trabajan en esta Comunidad.
Para ello se cuenta, entre otras medidas, con el Plan Valenciano para la Inmigración, aprobado el año pasado con el consenso de organización sindicales y empresariales, asociaciones de inmigrantes y representantes políticos en materia de inmigración, que recoge como hilo conductor el que todo ciudadano pueda disfrutar de los derechos y deberes constituciones y autonómicos en el lugar en el que reside.
Desde la Generalitat Valenciana contribuimos a trasmitir una imagen más real del fenómeno migratorio, dando a conocer los aspectos positivos de la inmigración, las iniciativas solidarias, las experiencias de convivencia y las aportaciones de los inmigrantes al progreso económico, demográfico y humano de la Comunidad Valenciana.
Afortunadamente en la sociedad valenciana predominan las opiniones y actitudes mayoritarias a favor de la integración de los inmigrantes tal y como desvela un estudio de la Universidad de Valencia elaborado por la Conselleria de Bienestar Social.
Según este informe, el 92% de los valencianos se muestran a favor de que los inmigrantes tengan acceso a la educación pública para sus hijos, el 89% desean que se beneficien de los servicios sociales, el 88% son partidarios del acceso de la población inmigrante a la asistencia sanitaria gratuita y el 83% creen que deben optar a conseguir un puesto de trabajo en igualdad de condiciones que el resto de la población.
Quiero aprovechar la celebración de la Semana de la Solidaridad con los Pueblos que luchan contra el Racismo y la Discriminación Racial para reclamar la colaboración de todos los ciudadanos de la comunidad valenciana ya que la aceptación y el respeto mutuo de las diferencias y los valores manteniendo las reglas de la convivencia imperantes en la sociedad son los ejes que la Generalitat Valenciana considera fundamentales para lograr la plena integración de este colectivo. En definitiva, un mundo más humano en el que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y cualquier otra forma de intolerancia desaparezcan definitivamente y no constituyan un obstáculo en contra de la dignidad de todos los seres humanos.
Alicia de Miguel es consejera de Bienestar Social.
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