Árboles en Priego

Entre los días 9 y 12 de febrero, el Ayuntamiento de Priego, en aplicación de una política medioambiental desconcertante, taló ocho de los árboles que embellecían el parque de El Llano, junto al castillo, rosario de desatinos que aseguran continuará en el futuro hasta arrasar con toda la arboleda existente. Estos árboles, plátanos y acacias, fueron plantados hace varios lustros, oscilando entre los más de 20 años de edad, el más joven, hasta los más de 40, el de mayor porte de tronco.

Si doloroso es asistir a un espectáculo tan triste como el que describimos, no lo es menos escuchar las razones argumentadas por los técnicos y políticos responsables de dicha escabechina: que si estaban enfermos (sólo tres lo estaban y no necesariamente tiene que ser la sierra la mejor receta, y más cuando algunas ramas presentaban brotes verdes); que si estaban levantando el pavimento del parque (sólo uno lo había hecho y siempre se podría haber intentado antes de la tala sanear la obra y cortar sólo la raíz causante); que si los plátanos son especies dañinas (sin comentarios); que si tapaban los monumentos próximos (es decir, se cortan por una frívola y discutible razón de estética del paisaje urbano), etcétera. Aunque ninguno se atreve a reconocer públicamente la que debe ser la razón que más ha influido en el desaguisado: La hoja de gran tamaño que pierden los plátanos en otoño, lo que obliga a una limpieza casi diaria del parque, con la inversión de tiempo y personal que ello supone.

Pero todo ello quedaría en una intervención puntual desafortunada, uno más de los desmanes a los que nos tiene acostumbrados el servicio municipal de jardines, que ha cortado muchos más árboles de manera injustificada en los últimos años (barrio de Avilés, jardines de La Cava y del Centro de Salud, polideportivo), si no fuera porque el hecho en sí mismo de esta tala nos pone de manifiesto la raquítica política medioambiental de este Ayuntamiento, quizá porque en el fondo se trate del mismo perro con distinto collar, o bien porque sencillamente para esta ocasión no se les habrá ocurrido a los responsables solicitar informe alguno a la casi inexistente Delegación de Medio Ambiente del municipio, o al joven Consejo Local de Medio Ambiente, o leer la Diagnosis Ambiental Global de la Agenda 21 de Priego donde se manifiesta el interés por la "mejora de las zonas verdes de la localidad".

Como ya dijo Antonio Machado, que "de cada 10 cabezas, nueve embisten y una piensa. Nunca esperéis que un bruto se descuerne luchando por una idea".