Once policías y dos civiles mueren en varios ataques en Irak

La realidad se muestra tozuda en Irak. Mientras las fuerzas de la Coalición desgranan detenciones de insurgentes y requisas de armas, los ataques de quienes se oponen a su presencia dejaron ayer 11 policías y 2 civiles muertos en tres lugares distintos. "No es el momento de dejar Irak", declaró por su parte la eurodiputada italiana Emma Bonino tras una visita de tres días a Nasiriya y Bagdad.

El ataque más grave se produjo hacia las siete y media de la mañana en la carretera que une Bagdad con Hilla. Unos desconocidos ametrallaron el minibús que transportaba a oficiales y cadetes de la policía hacia su trabajo en esa ciudad situada a 100 kilómetros al sur de la capital. Cinco agentes en prácticas y cuatro mandos murieron. Otros tres estaban ingresados anoche.

"Les dispararon desde un Opel rojo", declaró a Reuters el jefe de la policía local, el comandante Kadhem Ajmi. La televisión mostró imágenes del vehículo en el que viajaban, un minibús amarillo sin el anagrama de la policía, lleno de agujeros de bala y con los asientos manchados de sangre. Las proximidades de Hilla han sido escenario de numerosos ataques a extranjeros en los últimos meses. Además, ese tipo de agresión, el tiroteo desde otro vehículo, se ha generalizado en todo el país.

Casi a la misma hora, un ataque similar contra un puesto de control en el centro de Kirkuk, a 255 kilómetros al norte de Bagdad, dejó dos policías muertos y dos heridos. Más al oeste, en Mosul, un ataque con morteros contra una base norteamericana causó la muerte a dos civiles.

Esta situación ha hecho aumentar las críticas a la ocupación dentro y fuera de Irak cuando justo se cumple un año del inicio de la guerra. Sin embargo, Bonino defendió que "cualquiera que fueran las discrepancias y contradicciones con anterioridad a ella, ahora no es el momento de abandonar Irak porque el proceso político es aún muy frágil".