La UE negocia una nueva fórmula de reparto de poder para recuperar la Constitución

El desbloqueo de la primera Constitución europea, pese a que este asunto no estaba en el orden del día, y la respuesta a la amenaza terrorista fueron ayer las dos cuestiones que centraron la reunión en Bruselas de los ministros europeos de Exteriores. El debate sobre la Constitución quedará reabierto el jueves en la cumbre de líderes gracias a una nueva fórmula de reparto de poder propuesta. Además, los 25 (los Quince más los Diez candidatos) asumieron en toda su extensión la Cláusula de Solidaridad, que supone la asistencia inmediata, incluso con medios militares, a un país víctima de un ataque terrorista.

Los titulares de Francia y Alemania, los dos países máximos defensores del proyecto constitucional bloqueado en diciembre, apremiaron ayer a desbloquearlo. "Necesitamos una norma común para Europa y debemos hacerlo rápido. Cada mes, cada semana... cuenta", declaró el francés Dominique de Villepin. Para el alemán Joschka Fischer, es "urgente" reabrir las negociaciones y, aunque dijo ser "moderadamente optimista", lanzó una advertencia: "Debe quedar claro a todo el mundo que, desgraciadamente, no tenemos tanto tiempo como desearíamos".

No menos significativos fueron los comentarios de los ministros de España y Polonia, los dos países que bloquearon en diciembre el proyecto al rechazar el reparto de poder que incluye. La española Ana Palacio comentó que ya se ha producido "un gran avance en la buena dirección", mientras su homólogo polaco, Vlodzimierz Cimoszewic, dijo tener "motivos de optimismo" porque hay propuestas para "un compromiso".

Ambos se referían, como concretó más Palacio, a lo que ella denominó "sistema de doble llave" que es, comentó, "una idea que ya hizo la delegación española". Según distintas fuentes consultadas, se trata de introducir "elementos correctores" a la fórmula de doble mayoría (50% de Estados y 60% de población) incluida en el proyecto constitucional y rechazada por España y Polonia.

Alemania e Irlanda, país que preside la UE, han hecho circular estas semanas la propuesta de que esos porcentajes sean del 55% en ambos casos. Por tanto, un 45% de Estados podría bloquear cualquier decisión. Con una UE de 25 Estados, sólo 12 podrían bloquear, aunque únicamente representaran un porcentaje mínimo de población (los 12 más pequeños representan el 7% de la población de la Unión). Por el contrario, sólo tres países grandes (en la combinación 50%-60%) o cuatro (en la de 55%-55%) podrían bloquear cualquier acuerdo. Para evitar estas distorsiones, se introducirían esos elementos correctores. Ejemplos hipotéticos: 12 países podrían bloquear siempre y cuando representen al menos al 40% de la población; o los Estados que representen el 45% de la población podrían bloquear siempre y cuando se alíen al menos... equis número de países.

Se trataría, por tanto, de añadir una segunda llave a la doble mayoría. En el Tratado de Niza, como impuso Alemania, se indica también que, una vez tomada una decisión, cualquier país puede exigir que se compruebe que quienes la han apoyado representan al menos al 62% de la población. Era también una segunda llave.

Se trata de una fórmula mucho más compleja que la del proyecto constitucional, pero todos los interlocutores creen que por esa vía puede encontrarse un acuerdo. En la cumbre del jueves y viernes, los líderes no discutirán ninguna fórmula concreta. Se limitarán a decir, tras escuchar al primer ministro irlandés, Bertie Ahern, presidente de la UE, si se dan o no las condiciones para reabrir el debate y todo indica que la respuesta será positiva. Portavoces irlandeses reconocen que el ambiente "ya era positivo antes", pero que ha mejorado "sensiblemente" tras el vuelco electoral en España. El PSOE nunca se ha opuesto al sistema de doble mayoría y su triunfo ha forzado a Polonia a buscar una salida para no quedar aislada.

La negociaciones en la Conferencia Intergubernamental (CIG) se reabrirían en abril. Los Gobiernos intentarán a toda costa cerrar el acuerdo antes de las elecciones europeas del 13 de junio y lo formalizarán en la cumbre de mediados de ese mes. Según distintas agencias, Ahern declaró ayer en París tras hablar con el presidente francés, Jacques Chirac: "Podemos decir firme, claramente, que es posible llegar a una conclusión el 17 de junio, si no antes. Estamos convencidos de que se logrará en esa fecha".

A los testimonios mencionados, se unieron ayer en Bruselas los de los ministros de Austria, Hungría, Eslovaquia y República Checa, entre otros. Todos ellos dijeron que es necesario reabrir las negociaciones cuanto antes. Antes de la cumbre del jueves y viernes, Ahern prevé hablar con el próximo presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, con el británico Tony Blair y con el alemán Gerhard Schröder. Todos ellos, junto con el presidente o el primer ministro de Polonia, coincidirán en Madrid mañana en el funeral de Estado por las víctimas del 11-M.

La necesidad de que Europa reaccione unida y con eficacia frente a la amenaza terrorista fue otro gran argumento esgrimido ayer por los ministros para apremiar a un rápido acuerdo sobre la Carta Magna europea. De hecho, incluso dieron apoyo definitivo a que la UE aplique ya la llamada Cláusula de Solidaridad incluida en el artículo 42 del proyecto constitucional. Por esa cláusula, la UE decide por vez primera emplear incluso sus medios militares para "prevenir" ataques, proteger las instituciones democráticas y a la población y aportar asistencia a un país atacado "en el territorio de éste y a petición de sus autoridades".

Una vez aprobada por los líderes en la próxima cumbre, la cláusula de automática asistencia mutua entrará en vigor de inmediato, sin esperar a pactar y ratificar la Constitución.