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LA GUERRA DE IRAK, UN AÑO DESPUÉS

El cambio español, la baza de EE UU

La victoria socialista en España y la promesa de su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, de retirar las tropas de Irak si no hay una resolución de la ONU antes del 30 de junio puede acelerar la idea soñada por EE UU de que la OTAN despliegue una fuerza de paz a petición del futuro Gobierno iraquí, señalan fuentes aliadas.

Los planes para una misión atlántica están aún en fase de estudio, pero las presiones políticas de Washington son cada vez más intensas y es previsible se acentúen antes de junio, cuando se celebre la cumbre de la Alianza en Estambul.

"EE UU va a jugar todas las cartas, aún más después de lo ocurrido en España. En el plano político tratará de buscar la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad que tenga el visto bueno de Francia para el despliegue de una fuerza de estabilización bajo el paraguas de la ONU y al mismo tiempo lograr el apoyo dentro de esta casa para que tenga la marca OTAN", dice un diplomático europeo. "Será muy difícil que Zapatero resista la presión de los norteamericanos", agrega.

Un diplomático español cree que las palabras del próximo jefe de Gobierno no han sido bien interpretadas: "Olvidan la segunda parte de su frase, que los soldados se marcharán si no hay resolución de la ONU".

EE UU no tendrá nada fácil convencer a Francia para embarcarse en la aventura iraquí aunque no será imposible, señalan otras fuentes. El ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin, ha afirmado que para empezar hablar es imprescindible la creación de un Gobierno soberano antes del 30 de junio. "Una fuerza a petición del Estado soberano iraquí, bajo mandato de la ONU y establecida en concertación con los Estados de la región tendrá entonces toda la legitimidad", afirmó esta semana en una entrevista a Le Monde.

Alemania, que abrió con Francia y Bélgica una grave crisis en la OTAN poco antes de la guerra, ha adelantado que con o sin resolución de la ONU no participará en una misión en Irak más allá de la ayuda humanitaria. El Reino Unido, Italia y Polonia siguen firmes en su alianza con Washington. Sin embargo, EE UU teme que los polacos imiten a los españoles si éstos se marchan. Polonia confiaba hasta el 14-M ser relevada en los próximos meses por España en la región centro-sur de Irak. Una alta fuente diplomática polaca manifestó al día siguiente de las elecciones malestar e inquietud ante una eventual retirada de los soldados españoles.

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De las opciones barajadas para la participación de la Alianza en Irak, EE UU ha sugerido como la zona más idónea la ocupada por Polonia y España y otros países menores, que comprende unos 9.000 soldados. Las otras zonas continuarían bajo el mando de Estados Unidos y Reino Unido. Analistas militares sostienen que esta decisión crearía más de una cadena de mando y debilitaría el papel de la OTAN en el país.

"El prestigio de esta organización se juega ahora mismo en Afganistán", manifiesta desde que llegó al cargo en enero el nuevo secretario general, el holandés Jaap de Hoop Scheffer. "Pero las presiones de Washington son inmensas y las elecciones norteamericanas están a la vuelta de la esquina", responde con un punto de ironía un diplomático.

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