Privatizadas en marcha

Las privatizadas argentinas comienzan a ver la luz después de los problemas sufridos por la desdolarización y congelación de las tarifas. Los resultados de 2003 de las principales privatizadas, algunas de ellas participadas por empresas españolas, arrojan un beneficio neto de 1.031 millones de pesos (294,6 millones de euros). Metrogas y Edesur son de las pocas privatizadas que siguieron perdiendo el año pasado.

Las compañías explican que las ganancias son, en todo caso, insuficientes para revertir las pérdidas de 2002

La mayoría de las empresas privatizadas de Argentina ha vuelto a generar beneficios. Después del traspié de 2002, el año de la devaluación y la congelación de las tarifas, gran parte de las compañías acaba de publicar los resultados positivos de 2003. Las empresas aclaran que, en todo caso, estos datos positivos se explican por el efecto contable de la apreciación del peso -del 12,8%- sobre unos pasivos multimillonarios expresados en dólares. Las empresas alegan que las ganancias resultan insuficientes para revertir las pérdidas de 2002, que habían atribuido al impacto de la devaluación sobre las deudas. Sin embargo, constituyen un argumento menos para su defensa en la negociación de los contratos con el Gobierno de Néstor Kirchner.

Los resultados de las principales privatizadas de telefonía, electricidad y gas arrojaron un beneficio neto de 1.031 millones de pesos (294,6 millones de euros) en 2003, un décimo de las pérdidas del año anterior. Las ex compañías estatales, vendidas por sus pérdidas e ineficiencias crónicas, habían constituido uno de los sectores de mayor éxito de los noventa, incluso a pesar de la crisis iniciada en 1998. Su tasa de rentabilidad sobre las ventas en el periodo 1993-2001 alcanzaba el 9,7%, frente a la media del 3,6%, según los investigadores Daniel Azpiazu y Martín Schorr, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), asesora del Gobierno de Kirchner en la revisión de las privatizaciones. En 2002 se acabaron los años dorados con la desdolarización y congelación de las tarifas y la multiplicación de sus deudas, pues la moneda norteamericana se apreció el 137% frente al peso.

Suspensiones de pagos

Los estados contables de las empresas indican que, a fines de 2002, el dólar cotizaba a 3,37 pesos. Algunas privatizadas suspendieron pagos, como Metrogas (30% de Repsol YPF) y Aguas Argentinas (25% de Aguas de Barcelona, Agbar), y las demás debieron reestructurar sus deudas, como Telefónica de Argentina, Edesur (distribuidora de Endesa en la ciudad de Buenos Aires) y Gas Natural Ban. Al terminar 2003, la divisa bajó a 2,93 pesos y se redujo así el lastre que suponen unas obligaciones en dólares.

Telefónica de Argentina, una de las dos operadoras de telefonía fija en este país de 36 millones de habitantes, ganó 405 millones de pesos (115,7 millones de euros), frente a las pérdidas de 3.448 millones en 2002. En la empresa justifican el cambio por el impacto contable de la apreciación del peso en una deuda de 2.160 millones de euros. En agosto de 2003 reestructuró parte de sus bonos mediante una extensión de plazos que respetó las condiciones de capital e intereses.

Las ventas de Telefónica descendieron a 2.750 millones de pesos (785,7 millones de euros), un 10,1%, por la caída de los precios medida en términos reales que supuso la congelación de las tarifas pese a la inflación de más del 4% en 2003. El descenso fue compensado por el incremento en el consumo de algunos servicios, ante una economía que se recuperó el 8,7%.

Gas Natural Ban, distribuidora en la provincia de Buenos Aires, registró un resultado positivo de 80,4 millones de pesos (23 millones de euros), frente al rojo de 164,1 millones de 2002. Su facturación cayó un 6,8%. Sin embargo, el volumen de gas comercializado se elevó un 10,8% por la reactivación económica y la preferencia de los clientes industriales por el uso de este combustible frente a sustitutos que se han encarecido, como el diesel.

Metrogas, que distribuye en la ciudad de Buenos Aires, y Edesur son de las pocas privatizadas que siguieron perdiendo el año pasado. Metrogas, controlada por la británica BG, sufrió un resultado negativo de 10,2 millones de pesos (2,9 millones de euros). Sucede que los ingresos cayeron un 12,9%, mientras los volúmenes comercializados subieron el 33,3% para generadores eléctricos, el 20,9% para las gasolineras que venden gas natural comprimido y el 10,4% para industrias y comercios. La compañía ha debido extender hasta abril próximo la oferta de canje de bonos lanzada en noviembre pasado para reestructurar una deuda de 364 millones de euros.

Edesur, una de las privatizadas menos endeudadas, sufrió menos el efecto de la devaluación sobre su pasivo en 2002 y perdió aquel año 21,4 millones de pesos. Tampoco repercutió demasiado la apreciación del peso en 2003 y volvió a perder 17,1 millones de pesos (4,9 millones de euros). La demanda aumentó un 4,4%. No alcanzó para compensar la bajada del 17% del precio de la energía medido en términos constantes.

El aumento de las tarifas eléctricas para grandes usuarios, vigente desde febrero pasado, no impactó en Edesur, sino sólo en el sector de la generación. La subida de los precios de gas para los mayores consumidores, que debería regir a partir de abril próximo, tampoco beneficiará a Gas Natural Ban y Metrogas, sino a las productoras. Incluso este incremento será acompañado por la creación de un mercado mayorista de gas que restará grandes clientes a las distribuidoras. Mientras tanto, el Gobierno se ha comprometido a sellar en junio próximo los nuevos contratos de privatizaciones y concesiones de todos los servicios públicos, con excepción de la telefonía y el ferrocarril, que seguirán negociándose en el segundo semestre del año.