Gallardón crea una oficina para ayudar a las víctimas del 11-M

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer la creación de una Oficina de Atención y Seguimiento de las víctimas de los atentados del 11-M que canalizará toda la asistencia médica, económica y social para que los damnificados no tengan que "peregrinar" de una Administración a otra. Así lo prometió tras reunirse con las asociaciones vecinales de los barrios afectados. Entre otros cometidos el equipo de la oficina ayudará a encontrar empleo a las familias que hayan perdido a algún miembro con trabajo y a adaptar las casas de los heridos con minusvalías.

El pasado miércoles, Ruiz-Gallardón llamó a las asociaciones vecinales de los barrios afectados para convocarles a una reunión urgente. Ayer, congregados en el Ayuntamiento, representantes de 14 asociaciones recibieron el agradecimiento del alcalde por la "respuesta ejemplar y espontánea" que los vecinos de los barrios damnificados han tenido tras los atentados.

Tras el protocolo, manos a la obra para buscar soluciones. En palabras del presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), Prisciliano Castro, "no basta con los homenajes, también hay que resolver otros problemas de las víctimas y de sus familiares a través del trabajo diario".

El primer paso, según lo acordado entre el alcalde y los colectivos, será crear una oficina única que atienda todas las demandas de las víctimas. A través de ella se canalizarán las ayudas de las administraciones y se intentará ofrecer una respuesta "única e integral" a los afectados. Un equipo multidisciplinar, en el que habrá, entre otros, asistentes sociales, psicólogos y abogados, se encargará de facilitar la información, orientación y asesoramiento necesarios.

En el programa de esta oficina destaca el refuerzo de la atención psicológica en colegios y centros de salud primaria -que el Ayuntamiento solicitará a la Comunidad-, la ayuda en la búsqueda de empleo a aquellas familias en las que algún miembro con carga laboral haya resultado afectado y la adaptación de las viviendas a las posibles minusvalías físicas de sus ocupantes. "Muchas casas se han convertido en verdaderas barreras arquitectónicas para sus habitantes", enfatizó Ruiz-Gallardón.

También es la intención del Ayuntamiento que desde esta oficina se gestionen las ayudas económicas que vayan a recibir las víctimas. Para ello, se realizará un seguimiento individual de todos los afectados y de sus familias.

Los representantes de las asociaciones vecinales llegaron a la reunión con una batería de propuestas que el alcalde recibió "muy positivamente", tal y como manifestó Agustín Zamora, representante en la reunión de la asociación de vecinos del Pozo del Tío Raimundo.

"Evitar la peregrinación"

Todavía no se ha decidido la ubicación de la oficina ni la fecha de su puesta en marcha, pero Pilar Martínez, concejal de Economía y Participación Ciudadana, anunció que será en "un plazo muy breve" y estará situada "muy cerca de los vecinos afectados". "Queremos garantizar que las víctimas no tengan que peregrinar por las administraciones para ser atendidas", dijo Martínez. El Ayuntamiento "no tiene inconveniente alguno" en que la oficina atienda a todas las víctimas, independientemente de cuál sea su ciudad de residencia, aunque esto último tendrá que ser tratado con los diferentes municipios de la Comunidad.

Una de las mayores preocupaciones expresadas por el alcalde y los colectivos vecinales es que la convivencia no se vea alterada a causa de los atentados. Por ello, el 25 de marzo la Federación vecinal y el Ayuntamiento firmarán un convenio para poner en marcha un servicio de mediación intercultural. Se trata de desarrollar una campaña de sensibilización por la integración de todas las culturas que conviven en la ciudad.

Vecinos y autoridades pretenden de este modo abortar cualquier brote de xenofobia o racismo que pueda surgir como consecuencia del 11-M. Este plan ya estaba previsto antes de la tragedia, pero se ha adelantado la firma del acuerdo. La iniciativa se enmarca dentro del Plan Municipal de Convivencia Social Multicultural y pretende que la ciudadanía se involucre al máximo en las asociaciones de vecinos.

Félix Palomo, presidente de la agrupación vecinal de Madrid Sur, hizo hincapié en la necesidad de que esta iniciativa vaya acompañada de una "fuerte campaña educativa" en los colegios de la ciudad.