La ONU evacua a su personal civil de la dividida ciudad de Mitrovica
La OTAN rescata a civiles serbios cercados por albanokosovares
La OTAN aseguró que no tolerará nuevos actos de limpieza étnica en Kosovo, que ha vivido en los últimos tres días los peores enfrentamientos entre albaneses y serbios desde el final de la guerra, en 1999. El balance asciende a 28 muertos, la mayoría serbios, 16 iglesias serbias quemadas, 110 casas serbias destruidas y 1.600 heridos, de ellos 22 graves, según la ONU. Naciones Unidas administra la provincia desde hace cinco años y aún no ha decidido si Kosovo será un Estado independiente, como exige la mayoría albanesa, o si estará bajo soberanía de Serbia, como reclama el Gobierno de Belgrado.
"Este tipo de actividades constituye limpieza étnica y no puede continuar", declaró ayer en Pristina, el almirante Gregory Johnson, comandante en jefe de la OTAN en el sur de Europa, quien pidió a los líderes locales, tanto albaneses como serbios, que hagan todo lo posible por poner fin a los enfrentamientos. Ante la gravedad de la situación en Mitrovica, segunda ciudad de la provincia y escenario de los disturbios más cruentos de los últimos días, la ONU ha decidido evacuar a su personal civil. Soldados de la OTAN abatieron a un francotirador que disparó contra las fuerzas internacionales desde un edificio habitado mayoritariamente por albaneses. Mitrovica, dividida en dos sectores irreconciliables, quedó ayer aislada de Pristina por una barrera instalada en la carretera por el contingente internacional.
En la capital, agentes de policía de la ONU patrullaron ayer las calles principales para evitar incidentes como los del jueves por la noche, cuando agentes antidisturbios argentinos y alemanes dispersaron una manifestación de varios cientos de radicales albaneses. Durante el día, la situación en las calles fue de relativa normalidad y buena parte de la poblacion acudió al trabajo.
"En un día tan soleado como hoy habría mucha más gente en la calle", explica Mechthild Henneke, portavoz de la ONU en Kosovo. "No es un viernes cualquiera, se palpa la tensión en el aire". Helicópteros de la policía sobrevolaron la ciudad durante toda la jornada y al caer la noche no quedaba prácticamente nadie en las calles.
Como refuerzo de las fuerzas de la OTAN en Kosovo (Kfor), sendas avanzadillas de 150 soldados británicos y 80 carabinieri italianos llegaron el jueves a Pristina. Para los próximos días está prevista la llegada de otros 750 efectivos del Reino Unido, 600 alemanes y 400 franceses. Para la Alianza Atlantica, la operación demuestra su compromiso de no ceder ante los violentos. "Somos la única fuerza capaz de controlar la situación. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién puede hacerlo?", declaró el coronel Horst Piepr, portavoz de Kfor, que cuenta actualmente con 18.500 efectivos en Kosovo.
Los peores actos de limpieza étnica contra los serbios tuvieron lugar el jueves por la noche. En Kosovo Polje, muy cerca de Pristina, la ONU evacuó a 50 serbios que se habían refugiado en el Ayuntamiento ante el acoso de una multitud de albanokosovares, que quemaron varias casas. Un incidente similar se produjo en Oblic, una aldea situada a 10 kilómetros de Pristina.
"No hemos visto una violencia tan rápida, tan intensa y de tanta magnitud de los albaneses contra los serbios en cinco años", dijo el portavoz de la policía de la ONU, Derek Chappel. La comunidad serbia, que antes de la guerra representaba el 10% de los dos millones de habitantes de Kosovo -el número actual ronda los 80.000, tras la huida de casi 200.000 a finales de los años noventa-, denuncia que vive bajo una amenaza constante por parte de la mayoría albanesa y acusa a la OTAN de ser incapaz de proteger a la población. Las instituciones internacionales presentes en Kosovo, en colaboración con las autoridades locales, preparaban ayer un plan para asistir al millar de serbios que han sido obligados a abandonar sus viviendas en los últimos días.
La chispa que encendió los disturbios saltó el miércoles en Mitrovica, después de que un niño albanés denunciara que uno de sus hermanos y dos amigos se ahogaron en el río Iber cuando eran perseguidos por adolescentes serbios. El incidente no ha sido esclarecido aún por las autoridades internacionales. El funeral de los tres niños, previsto para el jueves, ha sido aplazado hasta el próximo lunes. Los albanokosovares interpretaron la persecución de los niños como una venganza de los serbios a los disparos efectuados desde un automóvil contra un joven serbio de 18 años en Caglavica.
La frustracion de la mayoría albanesa de Kosovo ante la lentitud con que la ONU debate el estatus final de la provincia y el pésimo estado de la economía son, a juicio de los observadores occidentales y de muchos albanokosovares, los dos factores que ha desencadenado los enfrentamientos de los últimos días. "Hace 5 años que llegó la ONU y no han hecho absolutamente nada más que hablar, hablar y hablar", decía ayer Shkelgim Krasinigi, un joven de 23 años a punto de licenciarse en Económicas por la Universidad de Kosovo y partidario de la independencia.
Una situación explosiva
Cinco años después de que la OTAN pusiera fin a la persecución contra los albanokosovares por parte del Ejército serbio, la comunidad mayoritaria en Kosovo sigue considerándose discriminada en lo político, en lo social y en lo económico. "La ONU no nos da competencias, los serbios tienen los mejores trabajos y encima nos ponen bombas. La situación es explosiva", dice Artan Bojoxhim, un estudiante de música de Pristina, de 22 años, que ayer conversaba con un grupo de amigos sentados en un parque del centro de la capital.
"Estamos esperando que pase algo. Nos dijeron que íbamos a ser libres, a tener trabajo, y la situación es catastrófica", sostiene. Su amigo Besim Ismajli agrega: "Hasta que no tengamos un Estado independiente la situación seguirá siendo la misma". Los dos creen que será muy difícil que serbios y albanokosovares vivan juntos en un Estado independiente. El paro entre la comunidad albanesa de Kosovo, la provincia más pobre de la ex Yugoslavia, supera el 50% y alcanza el 80 en algunas zonas de la provincia.Los estudiantes acusan al Gobierno serbio, encabezado por Vojislav Kostunica, de apoyar a grupos armados serbios en Kosovo. "Kostunica es peor que Milosevic", sentencia Bojoxhim.
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