El Gobierno no reunió a los expertos antiterroristas tras la matanza

El Gobierno no sólo se equivocó en la autoría de los atentados del 11-M en Madrid sino que evidenció una preocupante falta de reacción.

La aprobación del plan extraordinario de seguridad para hacer frente a la nueva amenaza del terrorismo radical islámico se produjo el pasado miércoles, casi una semana después de la matanza. Interior se escuda en que las fuerzas de seguridad ya estaban en "alerta máxima" por la campaña electoral, pero ésta se demostró inoperante para evitar la cadena de atentados. Además, otros países, como Francia, tomaron medidas extraordinarias de seguridad antes de que lo hiciera España.

Entre el jueves por la mañana y el domingo, día de las elecciones, no se produjo ninguna reunión de expertos antiterroristas. A las 11 de la mañana del 11 de marzo, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, se reunió con los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La reunión duró una hora y a la misma no asistió ningún representante del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Los expertos del CNI trabajaron por su cuenta, elaborando informes (verbales y escritos) enviados a la Presidencia del Gobierno y el Ministerio del Interior, pero sin acceso en tiempo real a los datos de la investigación policial.

Así se deduce del hecho de que el informe del CNI de las 15.51 del día 11, desclasificado por el Gobierno el viernes pasado, no aluda a la furgoneta con detonadores, restos de explosivo y una cinta en árabe que, a las 15.30, ya había sido inspeccionada ocularmente en las dependencias policiales de Canillas (Madrid).

Para solucionar esta falta de coordinación, el plan de seguridad prevé la creación de una célula de inteligencia de todos los servicios del Estado, presidida por Astarloa.