Violencia contra las mujeres

En las secuelas de la guerra, las mujeres y las niñas iraquíes están sufriendo violentos ataques como secuestros, violaciones y asesinatos. Es el resultado de una falta absoluta de ley y orden. Muchas mujeres están demasiado asustadas para salir de sus hogares y las niñas son mantenidas alejadas de la escuela por pánico, asegura Amnistía Internacional (AI). Las mujeres que han sido víctimas de la violencia tanto en la calle como en sus casas no tienen esperanza de obtener justicia, prosigue AI.

El 21 de mayo de 2003, el marido de Fátima le disparó en las piernas delante de familiares y vecinos. Fátima, de 19 años, obligada a casarse con él a los 12, era golpeada y tratada como una criada en la casa de la familia de su esposo. El día en que le dispararon intentaba volver con sus padres, pero éstos la hicieron regresar. Cuando llegó, su marido estaba muy enfadado, dice Fátima. "Tomó su Kaláshnikov y me disparó a las piernas". A pesar de los testigos y de la gravedad del delito, el marido de Fátima nunca fue detenido.

Las mujeres iraquíes llevan décadas sufriendo penalidades: pérdida de familiares varones en la guerra contra Irán, represión, la guerra del Golfo en 1991, 13 años de sanciones de la ONU y, finalmente, la operación militar de EE UU en 2003. Bajo el régimen de Sadam Husein no corrieron mejor suerte: fueron detenidas arbitrariamente, torturadas, hechas desaparecer y ejecutadas por motivos políticos.