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El IX Salón Internacional del Cómic prevé recibir más de 20.000 visitas

Los organizadores tienen entre sus objetivos salvar 'El Víbora', en peligro de cerrar

El IX Salón del Cómic de Granada arrancó ayer por la tarde sin cintas cortadas ni discursos oficiales. Una veintena de invitados y tres exposiciones con amplia presencia femenina, compartirán espacio hasta el próximo domingo en el Palacio de Congresos con 42 stands de editoriales, librerías especializadas y asociaciones. Los organizadores, que prevén superar las 20.000 visitas se proponen dar su apoyo a la revista El Vívora para intentar salvarla del cierre.

Durante cuatro días Granada es la ciudad internacional del cómic, un prestigio que la Asociación Juvenil Ediciones Veleta ha conseguido "a pulso" para lo que comenzó siendo, hace diez años, unas jornadas "organizadas por cuatro gatos amantes del tebeo", comenta Felix Sabaté, jefe de prensa de Ediciones Glénat. Su editorial, que en 2003 cumplió su décimo aniversario de implantación en España, llega al salón granadino con el primer número de una nueva serie de manga, Yu yu hakusho, todo un clásico en Japón que ahora se emite en algunas televisiones autonómicas.

El manga tendrá un lugar privilegiado en la cita, pero los organizadores, conscientes de la diversidad de gustos dentro universo del cómic, han procurado tener una representación de todos los géneros y soportes. Incluso Internet tendrá su espacio hoy a las 18.00, con una mesa redonda que contará con la presencia de Álvaro Pons, propietario de la bitácora La cárcel del papel, una de las más seguidas en la Red.

Pons, valenciano amante de los tebeos, fue de los primeros en lanzar en Internet el SOS de El Víbora, revista mensual de Ediciones la Cúpula en peligro de extinción. Los redactores de la publicación estarán mañana sábado, también a las 18.00, hablando de la mítica revista que se ha dado tres meses de plazo para recuperar lectores o cerrar.

Una de las paredes de la entrada del Palacio de Congresos exhibe desde ayer una tela enorme con el cartel del encuentro. Debajo, sobre fondo blanco, un lazo negro y el número 201 con puntos suspensivos. "Nuestra idea inicial era en ese espacio colocar la portada del número de marzo de El Víbora, porque queremos ayudar en lo que podamos para que la revista no cierre", comenta Alejandro Casasola, presidente de Ediciones Veleta y director del salón. "Pero los terribles atentados de Madrid han desbaratado nuestros planes".

Sin actores 'porno'

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Este año, el Salón Internacional del Cómic ha recuperado el apoyo institucional. Un sostén que le fue retirado en 2002 tras la polémica gala de clausura en la que el director de cine Juanma Bajo Ulloa subió al escenario de La Chumbera a actores porno disfrazados de taliban que perpetraban el acto sexual en vivo y en directo. Casasola, que lleva la organización del encuentro desde su primera edición, rehúsa entrar en detalles. "Hemos presentado un proyecto viable, hemos conversado y limado asperezas", dice, y asegura rotundo que este año "no habrá gala de clausura".

El presidente de Ediciones Veleta prefiere concentrarse en cifras de visitantes. A fin de cuentas, "el objetivo es acercar el cómic al gran público". "Está claro que no vamos a llegar a las 60.000 visitas de los tiempos en que montábamos las carpas en el Paseo de la Bomba", asegura, "pero si el año pasado [la primera ocasión en que el salón se organizó en el Palacio de Congresos] llegamos a las 20.000 visitas, este año las superamos".

Con todo, la principal novedad del encuentro es la primera exposición de tebeo hecho por mujeres. Además de la muestra, que prácticamente copan dibujantes francesas, las creadoras tomarán la palabra mañana sábado a las 13.00 en una mesa redonda donde cada una analizará su experiencia en una de las artes más machistas.

La solidaridad de Superman

Cuando era pequeño, John Bogdanove se terciaba a la espalda una capa roja y se pintaba en el pecho una S enorme. Sus intentos por imitar al superhéroe americano sólo vulnerable a la kriptonita lo hacían lanzarse desde el techo del garaje de sus vecinos. "Lo hice 10 o 20 veces y siempre terminaba en el suelo, así que decidí que no era conveniente seguir con ello", explica entre risas. Fue en ese momento que empezó a pintarlo. Bogdanove es de los pocos dibujantes de cómic que le ha cambiado el traje a Superman, pero reconoce que fueron decisiones editoriales. "Me gusta el clásico", asegura.

Hace más de diez años, Bogdanove, que se parece a su héroe, pintó un poster en el que Superman volaba desde las Torres Gemelas. Meses después del 11-S, el cartel se revalorizó bajo el título Si solamente... Y es que Bogdanove cree que sería fantástico que existiera un personaje capaz de "rescatar niños y detectar bombas con rayos X", pero también está convencido de que Superman "no puede cambiar los corazones y la mentalidad de la gente". "Tendría que hacerlo muchas veces", dice, "hasta que la gente se convenciera de que la violencia no engendra nada bueno".

El miércoles, Bogdanove sintió que su personaje debía hacer algo por las víctimas del 11-M y esbozó un dibujo de Superman rescatando a dos niños de los trenes de la muerte. Durante el IX Salón del Cómic la obra será subastada y el montante irá a manos de las víctimas de los atentados. "No sé cuanto vale mi obra. Sólo espero encontrar a alguien que pueda dar mucho dinero para ayudar", afirmó.

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