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CAMBIO POLÍTICO | El impacto mundial

Medios anglosajones aluden a fallos de los servicios policiales

España fracasó ante el 11-M como Estados Unidos ante el 11-S

Medios internacionales comenzaron ayer a interrogarse sobre los posibles fallos de los servicios policiales y de inteligencia españoles en los atentados del 11-M. Una información de The New York Times, firmada desde Madrid por Tim Goleen y Don Van Natta, señaló que Jamal Zougan, uno de los principales sospechosos del 11-M, estaba "bajo la vigilancia de tres países", España, Francia y Marruecos, que sospechaban de su relación con los atentados de Casablanca de 2003 y sus vínculos con Al Qaeda.

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Pese a ello, según las fuentes de The New York Times, los servicios de seguridad españoles abandonaron su pista, "simplemente porque tenían muchos otros sospechosos que vigilar". Hechos como estos o el que Zougan hubiera sido detenido por Garzón y luego puesto en libertad sin mayor vigilancia, "plantean dudas sobre la eficacia tanto de los servicios secretos (españoles) como de la cooperación antiterrorista" entre los tres países citados.

Una información realizada por cuatro corresponsales del británico The Guardian llevaba este título: "España, acusada de descuidar la vigilancia antiterrorista". Y este subtítulo: "Aparecen signos de fallos serios de seguridad e inteligencia antes de los atentados".

Se abrió así un debate internacional sobre si el ministerio del Interior español fracasó tan estrepitosamente en la prevención de 11-M como lo hicieron el FBI y la CIA ante el 11-S.

Entretanto, continuaba el relativo a la valentía o cobardía del pueblo español en las elecciones del 14-M. Una columna de Jonathan Freedland en The Guardian salió al paso de los ataques contra los millones de electores que el domingo optaron libremente por el cambio; unas acusaciones de rendición ante Al Qaeda orquestadas por los medios conservadores norteamericanos próximos a la Casa Blanca y repicadas por sus seguidores europeos, incluidos, lamentablemente, algunos españoles. "Pretender que los españoles votaron por Al Qaeda es una calumnia no solo al pueblo español, sino también al proceso democrático en sí, insinuando que cuando el terrorismo golpea debe paralizarse la elección democrática", señaló Freedland.

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En un artículo firmado desde Madrid por Keith Richburg, The Washington Post prefirió hacer un recuento de la desinformación del Gobierno de Aznar en los días que mediaron entre el 11-M y el 14-M, el elemento verdaderamente decisivo en la magnitud del vuelco electoral. Aznar y su Gobierno desarrollaron "una intensa campaña para convencer al pueblo español y a la opinión internacional de que el grupo separatista vasco ETA había efectuado los atentados". "Hay indicios de que el Gobierno fue, como mínimo, selectivo al facilitar la información sobre los posibles autores", afirmó el periodista estadounidense.

Le Monde editorializó sobre el primer aniversario del trío de las Azores, subrayando su total fracaso: no han aparecido armas de destrucción masiva, los iraquíes resisten a los ocupantes, el terrorismo islamista se ha multiplicado y el conflicto israelo-palestino se ha envenenado aún más.

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