Armas contra el terrorismo
Mohamed Yunus, el 'banquero de los pobres', cree que la lucha contra la violencia debe dirigirse contra la pobreza y la injusticia
"Los microcréditos son con toda seguridad un arma clave contra el terrorismo", dijo ayer a este periódico Mohamed Yunus (Bangladesh, 1940), el banquero de los pobres y fundador del Grameen Bank. "Otras medidas represivas no van a la raíz del problema del terrorismo, que es la extrema pobreza e injusticia que reinan en la mayor parte del mundo".
Yunus es la encarnación del más difícil todavía, al haber inventado un sistema bancario que aporta microcréditos a mujeres pobres y les permite así iniciar el camino hacia la dignidad económica de sus familias. Ayer Yunus recibió en los Premios Telecinco 12 Meses 12 Causas el galardón a la Trayectoria Solidaria "por la aportación de ideas revolucionarias enel concepto tradicional de crédito y la tarea desarrollada en el ámbito de la educación, sanidad y cultura, que ha supuesto un cambio radical en la vida de millones de personas en Bangladesh".
"En 1976, dos años después de la independencia de Bangladesh, vi que los pobres no entraban nunca en la economía, porque los bancos no les prestaban", dice Yunus, "así que en el Grameen empezamos con los microcrédito al 1% mensual".
El Grameen cuenta hoy con más de tres millones de clientes.Los préstamos se centran en las mujeres. "Son el 95% de nuestros clientes, y es porque ellas luchan más que los pobres contra la pobreza, y porque son quienes generan una salida de la miseria para la familia". Si una familia empieza a salir del foso económico, sus hijos estudiarán y las enfermedades dejarán de ser una condena segura.
El banquero tiene claro que "los pobres pagan mejor que los ricos, devuelven en un 98% el préstamo", y que para los microcréditos no se necesita aval. "Basta con la relación entre personas. Para tramitar un crédito, un inspector del Grameen visita a las personas en su casa, ve cómo viven. Es el banco quien acude a la gente, no al revés. No se firman papeles, pero se establece un compromiso personal". El sistema de aval le parece perverso: "Para lo que realmente sirve es para impedir que los pobres entren en el banco".
Como profesional de la banca, Yunus es resueltamente atípico. No es propietario del Grameen, lo son los prestatarios. Él recibe un sueldo.
Hoy, gracias a Yunus y su Grameen, los microcréditos tienen gran credibilidad en las estrategias de desarrollo. "Los pobres son sujetos económicos activos", dice Yunus, "y en cuanto logran un empujón financiero pueden invertir y, en el futuro, convertirse en consumidores. El Grameen no les abandona una vez que saldan la deuda, sino que está ahí para que ellos hagan más por prosperar".
Yunus, que obtuvo en 1998 el Príncipe de Asturias de la Concordia, ha obtenido otros como el de la Unesco en 1996 o el Internacional de la Solidaridad en 2002.
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