El Parlamento israelí aprueba el plan de Sharon para salir de Gaza
El Parlamento israelí decidió ayer, por 46 votos contra 45, dar luz verde al primer ministro israelí, Ariel Sharon, para que continué trabajando en su proyecto de Plan de Desconexión unilateral con los palestinos, cuya primera fase sería el repliegue de las tropas de la franja de Gaza, el desmantelamiento de 17 de los 21 asentamientos y la devolución de todos los territorios de esta zona a la Autoridad Nacional Palestina.
"No hay ni un solo palestino que tenga la capacidad y la valentía necesaria para negociar, por eso no habrá negociaciones con los palestinos sobre cuestiones políticas. Por eso Israel se ve obligado a aplicar sus propios criterios y poner en marcha un plan unilateral", aseguró ayer Ariel Sharon ante los diputados del Parlamento, en una sesión extraordinaria convocada por 40 parlamentarios con la que se pretendía conocer y someter a debate el Plan de Desconexión.
Sharon no desveló en el transcurso de la sesión ningún detalle adicional del plan, alegando que éste aún estaba en fase de reflexión, pero que sí lo haría en cuanto estuviera finalizado. Con esta fórmula, el primer ministro eludía crispar aún más los ánimos de la extrema derecha y de los 200.000 colonos, que tratan de defender los derechos de los 7.000 habitantes de los asentamientos judíos de Gaza, sobre los que pende una amenaza de expulsión.
Ceder al chantaje
La intervención de Sharon en la Cámara fue interrumpida en reiteradas ocasiones desde el escaño, por diputados que le acusaban de haber cedido al chantaje terrorista o de negarse a aceptar los planes de paz existentes. Contestando a estos últimos, el jefe de Gobierno alegó que los planes de paz como el Acuerdo de Ginebra, elaborado de manera conjunta por israelíes y palestinos, es imposible de poner en práctica, ya que no haría otra cosa que "llevar a Israel al abismo".
Las declaraciones de Sharon alegando que por parte palestina no había nadie con capacidad para sentarse a la mesa del diálogo provocó de inmediato la reacción airada del ministro Saeb Erekat, en otro tiempo jefe de la delegación de negociadores, quien aseguró que "la única forma para llegar a la paz es negociar con los palestinos", pero que de hecho Sharon "ha llegado a la decisión de negociar consigo mismo". Erekat añadió que la situación era inaceptable y que no podía hacer otra cosa "que empeorar".
Las objeciones de Saeb Erekat se encuentran avaladas por Estados Unidos, que recientemente, a través de sus emisarios, aconsejó a Sharon negociar cualquier repliegue o retirada de la franja de Gaza, ya que si no lo hacia así podría ser un desastre. La Casa Blanca ha puesto además una serie de condiciones para aceptar el Plan de Desconexión, entre las que se encuentran un repliegue similar en la zona de Cisjordania y que el plan no se ponga en marcha antes de las elecciones presidenciales, para no influenciar así el voto de la comunidad judía.
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