Acebes afirma que carece de indicios de que haya un terrorista suicida
El ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, afirmó ayer por la tarde que por el momento no hay ningún indicio de que entre las víctimas de la matanza del 11-M haya un terrorista suicida. Según Acebes, así se lo ha comunicado directamente a él la responsable del equipo forense que trabaja en la identificación de los cadáveres desmembrados y que ha coordinado las autopsias de las víctimas.
Sin embargo, alguno de los forenses sospechan que los restos de una persona muerta en la matanza del 11-M corresponden a uno de los intengrantes del comando terrorista, aunque aún no ha logrado confirmarlo, según fuentes próximas a la investigación. "Mientras se realizaban las autopsias no ha aparecido ningún dato que correspondiese o hiciese sospechar que entre los fallecidos hubiera algún suicida", señaló Acebes a preguntas de los periodistas. Este detalle, además, descarta que el supuesto terrorista hubiera sufrido un accidente, según el ministro.
En concreto, las sospechan se centran en una columna vertebral, totalmente descarnada, hallada entre el amasijo de hierros de uno de los trenes atacados. Los expertos consideran que esta persona sufrió "muy cerca" el impacto de la honda expansiva y la honda de vacío causada por una explosión. La gravedad de tales lesiones, según las fuentes, sólo parece explicable si esa persona portaba el explosivo o se encontraba en contacto directo con el mismo.
Bomba entre las piernas
El equipo de patólogos que trabajan en la identificación de los miembros despedazados encontrados en los lugares de la matanza tiene frente a sí restos con heridas "terribles", pero ninguno de ellos de la gravedad de esa columna vertebral. Ante estas circunstancias, los expertos se inclinan a creer que podría tratarse de los restos de un terrorista que podría sostener entre sus piernas y el abdomen una mochila cargada de dinamita.
Los forenses que trabajan en estas penosas tareas son los de Madrid, además de siete de Cataluña, cuatro de Extremadura y un gallego.
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