El PP vence en Alicante aunque pierde un escaño que ganan los socialistas

El PP fue el partido más votado ayer en la circunscripción de Alicante, aunque registró un notable descenso en relación a las elecciones de 2000. El PSOE recuperó el escaño que perdió hace cuatro años y logró un gran avance en número de sufragios, sobre todo en las grandes ciudades, donde en 2000 se había derrumbado. Esquerra Unida queda sin representación en el Congreso y atribuye su descalabro al voto útil al PSOE.

Los 20 puntos que distanciaban al PP y al PSOE en la circunscripción de Alicante en 2000 quedaron reducidos a siete tras los comicios de ayer. Los populares registraron el 48,94% de los votos (unos 420.000 sufragios), mientras el PSOE alcanzó el 42,07% (unos 360.000 votos). Esquerra Unida se quedó en el 3,91%, muy por debajo de sus expectativas iniciales, y perdió 10.000 votos en relación a las elecciones de 2000.

El PP lleva años insistiendo en que es el único partido que garantiza el agua necesaria para el desarrollo y la prosperidad de la provincia de Alicante. Ese mensaje no ha servido al PP para mantener sus siete escaños, a pesar de que el electorado de esta circunscripción votó ayer mayoritariamente a los populares. El PP ha sostenido en Alicante su debacle electoral a nivel nacional. No obstante, su retroceso electoral se sintió en todos los municipios, especialmente en las grandes ciudades, donde el PSOE fracasó estrepitosamente en los comicios de 2000. En la capital los socialistas redujeron sustancialmente su distancia con el PP y se situaron a seis puntos. 10.000 votos aún separan a los dos grandes partidos, y en Elche se registraron unos resultados muy parejos. Alcoi es la única gran ciudad alicantina en la que venció el PSOE. También en Dénia vencieron los socialistas. La victoria del PP en Benidorm fue por los pelos (apenas 600 votos).

En Villena se registró un empate. En la Vega Baja arrasaron los populares. Orihuela sigue siendo un granero de votos del partido conservador. La distancia con los socialistas ha sido en este municipio de 27 puntos. En Torrevieja, la tercera ciudad de Alicante, ganó el PP por 3.000 votos.

El PSOE ya arrancó la campaña electoral en Alicante convencido de que iba a arrebatar un escaño al PP y éste la inició con la idea de no perderlo y consolidar su formidable liderazgo electoral en esa circunscripción. El siete a cuatro que los populares endosaron a los socialistas en 2000 fue un resultado histórico para el partido en el Gobierno. Hasta entonces, PP y PSOE cosechaban resultados parejos. Esquerra Unida no ha logrado recuperar el escaño que perdió en 2000. Los resultados que ayer obtuvo esta formación, que compareció con un un nuevo candidato, José Francisco Lifante, le dejaron muy lejos de conseguir el escaño en Madrid.

Ya durante la precampaña ambas formaciones echaron el resto en esta provincia y trajeron a sus primeras espadas para arengar y movilizar a sus militancias.La lista del PP, encabezada por Federico Trillo-Figueroa, ministro de Defensa y ex presidente del Congreso, partía como clara favorita. En la precampaña, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación alicantinos, Trillo, que se presenta por esta provincia desde hace 20 años, aseguró que iba a golear a un rival al que despreció.

La número uno del PSOE, Leire Pajín, diputada de 27 años y el miembro más joven de la ejecutiva federal socialista, fue una apuesta arriesgada y criticada en algunas facciones de los socialistas alicantinos. Conforme avanzaba la campaña electoral, Pajín, en privado, se mostraba encantada con las reiteradas "metidas de pata" del conocido ministro, sobre los incidentes sobre Perejil y Marruecos, sobre el accidente del avión Yak-42 que costó la vida a 62 militares españoles o el euro que le entregó a una periodista que le preguntó por las armas de destrucción masiva.

El PP precisaba movilizar voto a voto, en pueblos pequeños y muy pequeños, mientras que el PSOE necesitaba sacar de la abstención a los remisos de las localidades más habitadas. Los resultados de ayer han dado por buenas las estrategias distintas de ambas formaciones. Trillo optó por una campaña muy directa. Y Pajín, por una centrada en los núcleos urbanos y en mensajes que pudieran movilizar a los 71.000 jóvenes nuevos votantes. Ese voto joven ha sido decisivo en el resultado final.