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MATANZA EN MADRID | Análisis

Una nueva campaña electoral ensangrentada

ETA ha intentado condicionar el resultado de todas las elecciones generales celebradas en España desde la reinstauración de la democracia. Y lo ha hecho con el único lenguaje que conoce: cometiendo atentados en periodo de precampaña o campaña electoral. Debido a la ilegalización de Batasuna, que propugna el voto nulo en los comicios del próximo domingo, ésta es la primera ocasión en que ETA no apoya a ninguna candidatura.

En las elecciones de 1977 ETA cometió un asesinato y un secuestro, cuya víctima apareció asesinada días después de los comicios. En 1979, cometió cinco asesinatos en el mes anterior a las elecciones. Nueve asesinatos más fueron obra de ETA poco antes de las generales de octubre de 1982. Seis personas perdieron la vida a manos de ETA antes de las legislativas de 1986.

Hubo un asesinato de ETA previo a las elecciones de 1989 y otro más en la campaña de las generales de 1993. Poco antes de las elecciones de 1996, las primeras que ganó el PP, ETA asesinó en San Sebastián a Fernando Múgica y, en Madrid, al ex presidente del Constitucional Francisco Tomás y Valiente. En esa época tenía secuestrados a José María Aldaya y a José Antonio Ortega Lara.

ETA asesinó a Fernando Buesa, dirigente del PSOE, y a un ertzaina pocos días antes de iniciarse la campaña electoral de las generales de 2000.

También ha salpicado de terror las campañas electorales de municipales y autonómicas. Tres días antes de las autonómicas vascas de 1984, asesinó al senador socialista Enrique Casas en San Sebastián. A poco más de un mes de las elecciones municipales y autonómicas de 1995, trató de asesinar al entonces líder de la oposición, José María Aznar.

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