El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, afirma que "todos los españoles estamos de luto"

La conmoción primero, el dolor después. El Consell se reunió ayer de urgencia para condenar el brutal atentado terrorista en Madrid y ofrecer a las instituciones madrileñas toda la coloboración necesaria. Aunque no hubo declaración institucional por parte de la Generalitat, el presidente Francisco Camps resumió todo el dolor de la ciudadanía: "Todos los españoles estamos de luto. Estamos viviendo una enorme conmoción. Es momento para recordar a las víctimas y para transmitir nuestra solidaridad con todos los familiares de las víctimas del brutal atentado que hemos vivido".

Las banderas ondearán a media asta y se suspende toda actividad institucional

Con caras de desorientación y estupor, los consejeros fueron llegando ayer por la mañana a la sede de Presidencia de la Generalitat, convocados de urgencia por el presidente Camps para evaluar cuál podía ser su colaboración con las instituciones madrileñas y decidir la reacción institucional a la masacre que desde la hora del desayuno estaban narrando emisoras de radio y televisión y cuyas dimensiones crecían por momentos.

La declaración institucional que el presidente del Consell tenía previsto ofrecer a las 11.30 horas se aplazó. Abrir y cerrar de puertas, consultas y gestiones. A las 12 todo el Consell en pleno, los cargos intermedios y los funcionarios de Presidencia salieron a la puerta de la sede del Gobierno para mostrar en silencio el dolor por las víctimas. Allí se unieron a docenas de escolares, periodistas, representantes sindicales y ciudadanos que, sorprendidos por la convocatoria, se sumaron al doloroso silencio. Tras el silencio, Francisco Camps dirigió unas palabras a los micrófonos en los que expresó, de nuevo, el dolor y la solidaridad con las víctimas. Luego sentenció: "Con toda la convicción, vamos a acabar con los asesinos de ETA todos juntos, todos unidos, desde el Estado de derecho". Se dio media vuelta y se incorporó a la reunión con su gobierno.

Las banderas ya lucían a media asta en el Palau de la Generalitat y en el resto de sedes institucionales donde todavía no se habían bajado las enseñas se procedió a ello. La reunión de subsecretarios, previa a las reuniones ordinarias del Consell, quedó anulada.

La Generalitat acordó, tras la reunión del Ejecutivo valenciano, sumarse al duelo de tres días oficiales y ordenó la suspensión de todas las actividades institucionales públicas.

A las 13 horas todavía no estaba claro cuándo se produciría la declaración institucional de Francisco Camps, aunque fuentes de Presidencia informaron de que ésta se pospondría hasta después de la declaración del presidente del Gobierno, José María Aznar, prevista para las 14 horas. A las 15 horas se decidió no realizar ninguna declaración institucional y comunicar que el presidente de la Generalitat acudiría a las 19 horas a un acto religioso en la Basílica de la Virgen de Valencia en memoria de todas las víctimas de la barbarie terrrorista.

Allí, Francisco Camps -acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el delegado del Gobierno, Juan Cotino; y buena parte del Consell- reiteró su solidaridad con las víctimas del brutal atentado e insistió en la necesidad de actuar con firmeza en la lucha contra el terrorismo. Por su parte, el delegado del Gobierno, Juan Cotino, también al acabar el acto en la Basílica de la Vírgen, animó a los valencianos a manifestarse esta tarde y a mostrar su pesar por las víctimas colocando banderas y crespones negros en balcones y ventanas.