El servicio de la cultura
"... El Estado considerará el servicio de la cultura como deber y atribución esencial y facilitará la comunicación cultural entre las Comunidades Autónomas, de acuerdo con ellas". Con términos tan sencillos señala la Constitución de 1978 la obligación, excepcional donde las haya, de los poderes públicos con respecto a la cultura. El Partido Popular tampoco quiere hacer grandes ni pomposas definiciones (se han hecho muchas y muy hermosas) ni, desde luego, hacer cultura (¡pobre cultura si la tuvieran que hacer los políticos...!). Pero sí se compromete a dar e incrementar el servicio que exige nuestra Constitución. El marco que proponemos para este apoyo e impulso se puede encuadrar en cuatro grandes ejes.
- 1. La cultura no es un bien más del mercado. El mercado, la competencia sobre todo, son beneficiosos en cualquier actividad y desde luego en ésta. Pero un libro, un poema, un concierto, una iglesia románica... no son simples objetos de mercado. Como no lo son la cama de un hospital o el pupitre de una escuela. Los poderes públicos, en su totalidad, no desde un único ministerio, deben apoyarla y protegerla con criterios objetivos. Sin dirigir. Sin una cultura oficial. Con los instrumentos adecuados.
El apoyo debe llegar desde el creador y el intérprete, a través de una cadena de infraestructuras en unos casos o de industrias culturales en otros, hasta el ciudadano y todo el tejido social (Mecenazgo, fundaciones), motores y protagonistas de una cultura viva y libre.
En algunos casos el apoyo a los creadores habrá de ser directo. En otros se trata de crear y mantener una red, cercana y accesible a todos, de auditorios, teatros, bibliotecas, museos, galerías, centros de creación abiertos para los artistas e intérpretes más jóvenes...
En el sector del cine, por poner un ejemplo ilustrativo, el apoyo que proponemos consolidar se basa en cinco pilares: cuotas de pantalla, tratamiento fiscal, compromisos por parte de las cadenas de televisión, proyección exterior y ayudas directas y objetivas a través del Fondo de Cinematografía (que hemos establecido por Ley y que ha crecido un 85% entre 1996 y 2004 frente a un 25% entre 1982 y 1995). Proponemos, asimismo, un Plan General del Teatro, perseguimos la piratería y promoveremos el acuerdo sobre una nueva Ley de Propiedad Intelectual moderna y ágil.
- 2. La protección de nuestro Patrimonio histórico artístico. En este terreno, las actuaciones, programadas e integrales, son siempre prioritarias. Porque son siempre irreparables los daños. Un nuevo auditorio podría esperar. Pero un retablo que se comen las termitas o la humedad se pierde para siempre... Si el retrato de El barbero del Papa de Velázquez no hubiera sido adquirido hace unos meses, exactamente cuando salió al mercado, por el Museo del Prado, se hubiera quedado definitivamente lejos de nosotros, en algún museo de California... Adecuar nuestros museos al siglo XXI, culminar el plan integral de museos, reforzar el Consejo y el Instituto del Patrimonio Histórico Español, desarrollar los planes de protección del patrimonio no sólo artístico, sino industrial o paisajístico... son algunos de nuestros compromisos.
- 3. La cultura como instrumento de cohesión interior y de proyección exterior. La diversidad y pluralidad de la cultura española es su gran riqueza. Es al tiempo la más universal y la más profunda de nuestras raíces. Esta universalidad supone también un factor importante de cohesión interna. ¿Podríamos defender, por ejemplo, que es mayor la emoción de un cántabro, por ser cántabro, en Altamira, que la de cualquier persona de otra tierra? Para favorecer la comunicación cultural que nos marca la Constitución, crearemos la Conferencia Sectorial de Asuntos Culturales, el foro de encuentro con las instituciones y promoveremos los convenios entre administraciones.
La cultura española, y en español, es, además, la gran llave para nuestro país... Nuestros creadores necesitan ser conocidos fuera de nuestras fronteras, y son, al tiempo, quienes nos abren múltiples puertas. (Los editores españoles fueron, por ejemplo, pioneros, en años muy difíciles, en los mercados iberoamericanos hoy tan abiertos y propicios para España...).
Multiplicaremos esta presencia exterior; potenciaremos el importante instrumento que es el Instituto Cervantes para que enriquezca sus actividades docentes con mayor presencia de nuestra cultura y de nuestros creadores; ampliaremos el ámbito de actuación de la Sociedad Estatal de Acción Cultural Exterior y apoyaremos el turismo cultural que se impone día a día entre los nuevos viajeros.
- 4. La lectura como columna vertebral del desarrollo cultural de las personas. El libro, cuya muerte se viene anunciando desde hace años, se impone como instrumento necesario y complementario del conocimiento. Y lo hace precisamente ahora, cuando las nuevas tecnologías han invadido de manera extraordinaria y beneficiosa el ámbito cultural.
El libro es, por encima de todo, la mayor fuente de satisfacción y enriquecimiento personal y de pensamiento libre y crítico.
Si hubiera que dar una sola razón para mantener la unidad de cultura y escuela, tan importante para las enseñanzas artísticas y escénicas, el despertar la afición por la lectura en los niños y los jóvenes sería la principal, sin duda alguna.
Nuestro compromiso es crear un triple programa: apoyo a las bibliotecas públicas, excelencia para las bibliotecas escolares y puesta en marcha de la segunda fase del plan de fomento de la lectura.
Sobre estos cuatro ejes, muy brevemente apuntados, queremos y nos comprometemos a dar servicio a la cultura. Algo mucho más profundo, para el Partido Popular, que la leve y brillante espuma de las cosas. No un adorno, sino una verdadera cuestión de Estado.
Beatriz Rodríguez-Salmones es portavoz de Cultura del PP en el Congreso de los Diputados en la VI y VII legislaturas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.