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Reportaje:

Fiebre de gimnasio

Las inscripciones en centros deportivos durante el primer trimestre suponen el 30% del conjunto del año

"Voy a dejar de fumar"; "me atreveré con el inglés"; "me voy a poner a régimen y a hacer ejercicio". Que estos buenos y recurrentes propósitos acaben convirtiéndose en realidades depende, en una gran medida, de la voluntad de quien los expresa.

A comienzos de año, y especialmente en los meses de febrero y marzo, se desata toda una fiebre por el culto al cuerpo y por el cuidado de la imagen. En esta época, los gimnasios aumentan su número de socios entre un 10% y un 20% de media. Los gimnasios más grandes de Bilbao llegan a tener 2.000 o 3.000 socios, por lo que este porcentaje supone que unas 250 personas nuevas al mes pagan una matrícula de inscripción y una cuota mensual que en casi ningún caso baja de los 60 euros.

Los recién apuntados aguantan un par de meses y "para abril o mayo" se dan de baja

Esta avalancha de nuevos socios reporta a los centros deportivos casi el 30% de sus inscripciones anuales, "y después del verano, en octubre y noviembre se llega hasta el 45%", según Raúl, director comercial de Urtzi.

Sin embargo, a diario "sólo vienen el 10% de los socios que tenemos", explica David, de Fitness First. "Incluso hay un caso de una chica que se apuntó hace dos años y medio y sólo ha venido un día". En general, los recién apuntados aguantan un par de meses y "para abril o mayo" se dan de baja o, simplemente, dejan de ir, aunque siguen pagando la cuota. "La mayoría no supera las tres semanas", concluye.

El 70% de los clientes de un gimnasio son personas que residen en la misma zona, mientras que el 30% restante trabaja en sus inmediaciones, les supone un lugar de de paso o incluso se desplazan hasta un establecimiento concreto por preferencias personales. "A muchas personas les influye en su elección que haya buen ambiente. No sólo vienen a hacer ejercicio, sino que también buscan un grupo de amigos e, incluso, encontrarse con chicas", explica el director comercial de Urtzi. Quizá ésa fue una de las razones por las que hace ya más de veinte años que abrió en Bilbao un gimnasio exclusivo para mujeres. "Aquí están más tranquilas, más a gusto, y no sienten que compiten con nadie", explican responsables del gimnasio Enexia.

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"Adelgazar" y "mejorar la figura" son las razones principales que animan a los ciudadanos a acudir a los gimnasios. La obsesión por adelgazar es significativa "en algunas chicas", comentan muchos monitores. "Las ves y piensas: ¿pero de dónde vas a adelgazar tú?", señala Amaya, de Máximo Gimnasio. Algunos centros realizan un completo examen médico al comienzo "para evitar problemas", indica Hugo, del gimnasio Nivel 3.

Hay otro tipo de clientes: los socios que acuden al gimnasio con regularidad y cuyos objetivos son mejorar y mantener su estado físico. Para conservar a estos clientes y lograr su fidelización, los gimnasios optan por una renovación constante de lo que ofrecen. La actividad estrella ahora mismo es el spinning, apto tanto para hombres como para mujeres, que consiste en pedalear en bicicleta estática al ritmo de la música siguiendo instrucciones de un monitor.

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