El Rastro de Madrid

Nuestra lucha como asociación es la recuperación del Rastro como un Bien de Interés Cultural Intangible, por ser ésta una seña de identidad y patrimonio cultural del pueblo de Madrid.

Es en este lugar donde mujeres y hombres, desde siglos, mantienen una singular manera de encuentro entre diferentes pueblos, mostrando el rostro más humano, más histórico, un depósito de cultura e inconfundible con su manera de vivir.

Ramón Gómez de la Serna recordaba a ese Madrid que cree en el ocio y no en el negocio, y es en el que, no sabiendo nunca dónde ir, se va a todos lados. Pero el desarrollo económico y cultural de la Comunidad de Madrid está siendo nuevamente afectado por la obra de unos gobernantes con propuestas propias de una sociedad que creíamos superada.

Una vez más, los afectados del Rastro de Madrid somos los últimos en enterarnos de una acometida que pretende "reordenar" los puestos. Los tiempos de los gobernantes de ejecutar planes sin el consentimiento previo, libre e informado, siguen siendo una acción desigual; por un lado, los que gobiernan; por otro, los gobernados, unos y otros disociados por una autoridad competente con resabios de "ordeno y mando", creando una sociedad a su semejanza inconsulta.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, siendo presidente de la Comunidad de Madrid, no pudo ni supo encontrar una salida en su momento a los vendedores de pájaros del Rastro, y aplicó con ordenanza en mano la salida de los vendedores de una manera indigna. Así lo manifesté en la Comisión de Minorías de las Naciones Unidas en Ginebra. Ahora, en su nuevo sillón, pretende abrir un segundo Rastro con "mayor calidad", que atraiga más turistas, y para ello piensa desalojar parte del mismo y trasladarlo a Vallecas.

Para ello contrata a una empresa, para elaborar un estudio en profundidad y acometer su plan de acción. Utiliza argumentos como que la Policía Municipal impuso 1.300 sanciones a los vendedores por incumplir la norma el año pasado.

El Ayuntamiento no toma en cuenta que la norma reguladora del Rastro se encuentra en un contencioso admitido en la Sala Segunda del Tribunal Superior de Justicia de Madrid porque nuestra Asociación lo considera una norma reguladora que vulnera los derechos de los que componemos el colectivo del Rastro.

La reducción del Rastro y la creación, en Vallecas, de otro a semejanza del de Portobello de Londres, creando la figura de un director, suena a ciencia ficción, sencillamente por desconocer la actual situación de ese mercadillo. Pero ya sabemos que en todos lados cuecen habas.

La edil Pilar Martínez, concejal de Economía y Participación Ciudadana, con su proceder y decálogo, alimenta sueños que sólo están en su mente, ya que nuestra asociación no cejará en su lucha por mantener un Rastro de tolerancia y respeto y nunca de imposiciones de ningún gobierno o partido político. Con el Rastro, por el Rastro y con los del Rastro.