"Cerramos la oficina de Casablanca porque Colom no ha hecho un buen trabajo"

La secretaria de Relaciones Internacionales de la Generalitat, Margarida Obiols, pretende reestructurar la red que componen las más de 60 oficinas que el Gobierno catalán mantiene en el extranjero. Para ello ha encargado un estudio sobre el coste y el beneficio que produce cada una de ellas, y ha decidido potenciar especialmente las del Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca), formadas por un consorcio de las cámaras de comercio. El cierre de la delegación en Casablanca (Marruecos), que encabezaba el independentista Àngel Colom, se debe según Obiols, entre otras razones, a que "no se considera positivo" su trabajo. En cuanto a la oficina en Roma, que se cerrará en abril, el motivo es su alto coste comparado con su escasa rentabilidad.

"La 'embajada' de Roma fue encargada a un arqueólogo que habla latín"

Pregunta. ¿Cómo es la red de oficinas en el extranjero de la Generalitat?

Respuesta. Es tremendamente compleja, tiene más de 60, todas distintas, aunque la gran mayoría son del Copca, que desempeñan un papel estratégico muy importante y son muy rentables. Algunas comparten el espacio con las oficinas de la Xarxa d'Informació i Selecció Laboral en Origen (Xila). Además, hay una serie de rarezas como el caso de la embajada de Roma, que dependía de Presidencia y, por lo que parece, estaba destinada a influir ante el Vaticano; le fue encargada a un arqueólogo que habla latín.

P. ¿Por qué se cierra?

R. Sólo mantenerla abierta costaba 500.000 euros anuales, sin contar los costes de funcionamiento. De hecho ha tenido muy pocas actividades: unas conferencias del escultor Subirachs y el escritor Baltasar Porcel. Del análisis sobre su necesidad y su viabilidad hemos concluido que hay que cerrarla. La cerraremos en abril, porque el alquiler ya está pagado, con un concierto para Sant Jordi como despedida. Lástima que el contrato nos impide cobrar la inversión que hicimos para rehabilitar y acondicionar el palacete.

P. ¿Por qué cierra también Casablanca?

R. La oficina de Marruecos de la Generalitat, ubicada en Casablanca y que dirigía Àngel Colom, es otra historia. Tenía unas características muy especiales y un organigrama muy confuso; dependía de los departamentos de Trabajo y Turismo, desarrollaba funciones culturales, pero Cultura no tenía nada que decir... Colom había malinterpretado las funciones de la Xila porque en lugar de estudiar y conjuntar los intereses de los empresarios catalanes y de los trabajadores marroquíes, lo que hizo fue organizar unos cursos de catalán gratuitos que tuvieron una gran acogida entre la población. Pero lo que hacía era crear falsas expectativas de trabajo entre los que acudían. También provocaba disfunciones con la oficina comercial, cuyo trabajo ha sido y es excelente y que el actual Gobierno quiere reforzar. Ya cuando la inauguró Artur Mas, hace menos de un año, despertó todo tipo de suspicacias porque su perfil jurídico no estaba nada claro, se trataba de un programa que asumía funciones del Departamento de Trabajo, pero que recibía instrucciones de Presidencia y tenía un espacio físico similar al de la oficina de Copcam en Marruecos. Este programa ahora se cierra porque no se considera positivo el trabajo llevado a cabo por Colom. El consejero de Turismo y Comercio, Pere Esteve, ha tomado esta decisión de pleno acuerdo con Presidencia.

P. ¿Qué pasará con la Maison de la Catalogne, de París?

R. Se quiere reforzar, pero se está analizando qué enfoque se le dará, más allá de la línea cultural y económica. La actual directora será sustituida en un plazo breve.

P. ¿Y con la Casa de la Generalitat en Perpiñán?

R. En este caso, el Ejecutivo autónomo ha decidido potenciarla con el nombramiento de Enric Pujol Casademont, que ya el pasado viernes fue presentado en la sede de la institución por Apel.les Carod, secretario de Coordinación Interdepartamental.