Universidad y nuevo milenio
En los últimos treinta años la universidad española ha vivido un proceso de cambio y adaptación extraordinario, parejo, en la distancia, con el que ha desarrollado la propia sociedad española. Durante los últimos años de la dictadura fascista consentida, la universidad desempeñó un papel de liderazgo en el pensamiento colectivo, constituyéndose en referente social de progreso y modernidad. Gran parte de la sociedad buscaba, y encontraba, en la universidad el tipo de comportamiento libre y renovador capaz de hacer pasar los años grises, una cierta weltanschauung de los nuevos tiempos que se deseaban. Los años de la transición nos adentraron en una nueva universidad, masificada pero accesible a todo el mundo. La universidad de la democracia se convirtió en un ente alejado y distanciado de la sociedad española. Críticas surgieron ante la falta de liderazgo de pensamiento social colectivo de la nueva universidad democrática, prontamente silenciadas aunque, esta vez, por la fuerza de la razón: la nueva sociedad española, libre y democrática, podía disponer de los medios necesarios para desarrollar modelos de referencia social de pensamiento, dedicándose la universidad, en cambio, a lo que debiera ser su función originaria: docencia e investigación. Con la Ley de Reforma Universitaria(LRU), y a pesar de la falta de medios económicos, la universidad española desarrolló la investigación como nunca antes había sucedido. No nos vamos a plantear qué podría suceder si algún día nuestros gobernantes destinaran a investigación los mismos recursos que otros países europeos, pero es justo reconocer que con la LRU, o a pesar de ella, la universidad española se ha adaptado a Europa en calidad investigadora, necesitando, simplemente, para la generalización de la excelencia, más inversión. De la docencia es preferible no hablar, pues si bien se han hecho grandes esfuerzos, lo cierto es que necesita severas reformas, para las cuales, en mi opinión, la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOU) no sirve.
Así pues, universidad y sociedad se distanciaron en su modo de vivir, acordes, por otro lado, con los nuevos modelos de juventud, de pensamiento, y de especulación económica. La propia universidad desarrolló mecanismos oficiales de puentes con la comunidad, obteniendo, en la mayoría de los casos, gran éxito, gran provecho y excelentes logros. No obstante, desde hace unos pocos años, están empezando a surgir en la universidad movimientos de opinión ajenos y paralelos a la vida universitaria oficial, con la que no pretenden competir, sino todo lo contrario, ayudarse de ella en la medida de lo posible y hacer oír otra voz más de la universidad, y esta vez una voz conformada desde las bases. Ese es el sentido del Club de Opinión Debate Universitario (CODU) creado en Alicante hace dos meses, el primero nacido en la Comunidad Valenciana. El humanismo es el fondo o base de dicho club, que pretende plasmarse en una corriente de pensamiento independiente, críticamente constructiva, y progresista.
Con ese fin, el CODU quiere promover cuantas actividades culturales sean precisas y posibles para hacer llegar a la sociedad alicantina su pensamiento, y recibir de la sociedad cuanta demanda sea planteada. Unas actividades que tienen por finalidad el estudio de la realidad social actual y sus perspectivas futuras, la búsqueda sistemática del debate de posibles soluciones especializadas para los problemas de la comunidad alicantina y valenciana, la elaboración intelectual de las conclusiones obtenidas en los casos anteriores y su difusión a todos los niveles y sectores sociales. De esta forma el club aspira a ser transmisor del pensamiento especializado de sus miembros en relación a las principales inquietudes que afecten a los diferentes sectores sociales, y fomentar la toma de conciencia pública de los problemas existentes, no tanto convenciendo con sus propias ideas cuanto haciendo que el público piense sobre lo planteado, sabiendo que hay diversas alternativas para ciertos problemas, y tenga mayor libertad, porque tenga mayor conocimiento, para poder elegir su opción. Una universidad con garantías de calidad es la apuesta para el nuevo milenio, pero esa calidad sólo tendrá razón de ser resultando también más humana, más comprometida con su aporte cultural a la comunidad.
José Luis Cifuentes Honrubia es catedrátrico de Lengua Española de la Universidad de Alicante y coordinador del Club de Opinión Debate Universitario en Alicante.
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