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La Generalitat cierra su 'embajada' en Roma y reestructura sus delegaciones internacionales

El Patronato Catalán pro Europa se convertirá en la representación oficial en Bruselas

El Gobierno catalán ha decidido reestructurar la inicipente red de delegaciones internacionales heredadas de su predecesor, que en parte habían sido recurridas por el Ejecutivo central ante el Tribunal Constitucional. La operación más importante es la que transformará el Patronato Catalán pro Europa en la representación oficial en Bruselas, de la que Cataluña carecía, a diferencia de las demás comunidades autónomas. Por otra parte, tras cerrar la delegación en Casablanca (Marruecos), ahora le ha tocado el turno a la de Roma, que dirigía Marc Mayer.

La eurodiputada socialista Anna Terrón, que ha asumido la secretaría general del Patronato Catalán pro Europa, se hace cargo también de la dirección ejecutiva de este consorcio público creado en 1982, cuando España todavía no era miembro de la Comunidad Europea. El objetivo de la reestructuración es convertir el patronato en la delegación de la Generalitat ante la Unión Europea.

El Patronato Catalán pro Europa es un consorcio público cuyos trabajadores no son funcionarios. La mayor parte de la financiación corre a cargo de la Administración catalana, que pone cuatro millones de euros al año. Una serie de entidades financieras colaboran con 200.000 euros. Actualmente tiene una plantilla de 50 personas: 30 en las oficinas de Barcelona, 15 en Bruselas y 5 en delegaciones de Cataluña. "El patronato gasta el 80% de su presupuesto en infraestructura y sólo el 20% en actividades", explica la eurodiputada socialista.

Terrón considera que en el patronato hay un problema institucional y otro "de inercia". El primero se debe a que funciona de hecho como una delegación de la Generalitat en Bruselas, pero no hay ningún acto jurídico que así lo establezca. "Esto supone", explica, que nuestra presencia ante la UE está mucho peor que la de autonomías como La Rioja, Aragón, Baleares e incluso Extremadura, y ha tenido como consecuencia que no sea activa".

El segundo problema, el de la inercia de los últimos 24 años, lo explica Terrón con el siguiente razonamiento: "La gente que hay aquí trabaja, pero la cuestión es: ¿a quién se lo cuentan?". La nueva directora asegura que se ha encontrado "con una estructura que puede ser útil, con gente que conoce su trabajo, que hace un seguimiento estricto de lo que pasa en la Europa comunitaria, pero eso no se transmite a nadie".

"La ampliación", lamenta Terrón, "ya es agua pasada, pero tampoco se esta haciendo nada sobre la segunda ampliación, la de Bulgaria y Rumania, y eventualmente Turquía, que nos afecta enormemente porque son países mediterraneos". La nueva directora considera que ahora el trabajo debe centrarse en las perspectivas financieras de 2007 y el futuro de los fondos estructurales y la política regional. "Hay que dejar claro que que el patronato está al servicio del Gobierno y que tiene que dar servicio a cada uno de los departamentos de la Generalitat en Barcelona, además de representar al Gobierno en Bruselas, no sólo de facto, sino también de iure".

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Potenciar Perpiñán

El resto de las oficinas que los gobiernos de CiU fueron creando en el extranjero también se reestructuran. Al cierre de la embajada en Casablanca, que dirigía el independentista Àngel Colom, se une ahora el de la Casa de Cataluña en Roma, situada en el palacio Cecchiini, en la exclusiva Via degli Uffici del Vicario, que fue inaugurada en abril del año pasado por el entonces presidente Jordi Pujol con la pretensión de "potenciar las relaciones culturales económicas y sociales", pero también con el fin de tratar de influir en el Vaticano para mejorar las relaciones con el papa Juan Pablo II, cuya negativa a emplear el catalán en sus audiencias ha sido una de las espinas que más daño personal han hecho a Pujol durante su mandato. Fuentes de la Generalitat han indicado que el coste de la oficina romana que dirigía el ex director general de Patrimonio Marc Mayer era desmesurado.

Lo que sí ha decidido potenciar el Ejecutivo catalán es la Casa de la Generalitat en Perpiñán cuyo nuevo director, Enric Pujol Casademont, fue presentado el viernes en la sede de esta institución, en la calle de la Fusteria de la ciudad francesa, por el secretario de Coordinación Interdepartamental, Apel.les Carod.

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