La Ertzaintza mantuvo el año pasado unos niveles de absentismo históricos que rondan el 10% de la plantilla

El día que menos agentes de la Ertzaintza estuvieron de baja en 2003 fue el de Año Nuevo, con 670 ertzainas, mientras que el pico de absentismo se alcanzó el 25 de mayo, con 1.492 bajas, según un informe del Departamento de Interior al que ha tenido acceso este periódico.

A falta de salir de la Academia de Arkaute la 18ª promoción, la plantilla oficial de la Ertzaintza ascendía el año pasado a 7.262 agentes, con lo que el índice de absentismo se ha situado entre un mínimo del 9,2% de enero y un máximo del 20,5% en mayo. Aunque el informe no lo detalla, los altos niveles registrados entre el 22 de mayo y el 2 de junio deben de obedecer a la contabilización de las bajas producidas por la jornada de huelga encubierta que realizaron los ertzainas en las pasadas elecciones municipales.

Los últimos datos conocidos hasta ahora sobre absentismo se referían a los ocho primeros meses de 2002, cuando la tasa media alcanzó un récord histórico al dispararse hasta el 10,31% y al 12,28% en la Brigada Móvil. Los nuevos datos ofrecidos por Interior, a petición del parlamentario del PP Santiago Abascal, en el documento Relación de bajas del año 2003 del colectivo Ertzaintza no pueden compararse con las estadísticas que hasta la fecha han ido remitiendo al Parlamento vasco los diferentes titulares de Interior. Por primera vez se ofrecen los datos en bruto, día a día, del número de personas de baja (por enfermedad común, accidente laboral o no laboral).

Interior no pormenoriza esas cifras según el tipo de bajas, en qué división de la policía se han producido (Seguridad Ciudadana, Recursos Operativos,...) en qué comisaría o cuántos días perdidos han supuesto para el cuerpo las bajas, como hizo en el prolijo estudio realizado sobre 2001.

Los datos facilitados ahora por la consejería tampoco revelan el diagnóstico de las bajas. De hecho, no cita el número de bajas por motivos psicológicos, índice especialmente preocupante desde que ETA colocó a todos los agentes de la Ertzaintza como objetivo en 2001. Sólo por ansiedad y depresión se perdieron ese año 35.643 días, frente a los 20.751 del ejercicio anterior.