Coincidencias habituales
El PP celebra en Beniparrell un mitin ante 39 personas seguido de una merienda de la semana de la mujer
A las seis de la tarde, hora prevista para el inicio del mitin que el PP celebró ayer en Beniparrell, la casa de la cultura presentaba un aspecto sombrío. Ocho ancianos, los más previsores provistos de mantas, esperaban en una sala vacía frente a una tarima lista para los oradores. Esta avanzadilla, que crecería más tarde hasta alcanzar la cifra de 39 asistentes, había respondido a la llamada de "un bando", y no tenía muy claro a quién iba a escuchar. "A mí me da igual quien hable mientras sea de derechas", afirmaba una señora.
Con cerca de una hora de retraso, amenizada con la característica canción del Partido Popular, llegaron los participantes: Pedro Agramunt, ex presidente del PP valenciano y cabeza de lista de esta formación al senado; Remedios Avia, número 15 de la lista al parlamento por Valencia; y Lucinda Daviu, alcaldesa de Beniparrell.
"A mí me da igual quien venga a hablar mientras sea de derechas"
El pueblo, con 1.717 habitantes, es un caso políticamente curioso. Esquerra Unida consiguió en las elecciones municipales el 45,9% de los votos. Las dificultades para formar gobierno, sin embargo, le llevaron a pactar con el Partido Popular que con un 9,8% del electorado logró convertir en alcaldesa a su única concejala.
En su intervención, Avia dio un somero repaso a cómo ha cambiado España desde que gobiernan los populares. Y en un ejercicio de síntesis, resumió los 14 años de gobierno socialista con la clásica tríada de paro, despilfarro y corrupción, utilizada por el presidente del Gobierno, Jose María Aznar.
Acto seguido intervino Agramunt, con un discurso positivo centrado en proyectos como el PHN y en realidades como la autovía entre Valencia y Madrid. Sólo hacia el final, el candidato al senado tornó su "respetuosa" exposición en otra más dura, en la que Carod Rovira fue sacado a pasear.
Durante el mitin, un grupo de señoras esperaba en la puerta cargadas de dulces y cocas saladas. ¿El motivo? Una merienda del consistorio para celebrar la semana de la mujer, prevista desde hacía un mes. Una de las organizadoras del acto feminista aseguró que el grupo popular les pidió que retrasasen la fiesta hasta después del mitin. "Una coincidencia", explica la alcaldesa, "porque no hay otro lugar para hacer estos actos". Entretanto, las mujeres iban llegando, mezclándose con los asistentes al mitin, quienes habían preparado a su vez un tentempié. Y todo al son, de nuevo, de la música del Partido Popular.
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