Negocio con los inmigrantes
En la avenida del Marquès de l'Argentera, en la conocida y padecida por todos los inmigrantes extracomunitarios puerta número siete, existe un negocio floreciente: la venta descarada de lugares en la cola para entrar en la oficina de inmigración. En esta delegación sólo se atiende a 50 números (¿personas?) por día. Para entrar hay que acudir a guardar sitio el día anterior, o bien comprar el sitio.
¿Cómo puede la policía amparar semejantes manejos? ¿Dónde están las autoridades para poner orden ante semejante práctica? Mientras, los inmigrantes que queremos regularizar nuestra situación, seguimos golpeando contra la burocracia, la ignorancia y otros tantos males, parientes de la indiferencia y el relego.
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