El Parlamento portugués rechaza despenalizar el aborto
La Asamblea rechaza las cuatro propuestas de la oposición
El aborto continuará siendo un delito en Portugal hasta, al menos, 2007. Así lo decidió ayer la Asamblea de la República, que con los votos del Partido Social Demócrata (PSD) y del Partido Popular (PP), rechazó cuatro proyectos de los partidos de la oposición para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo y una petición firmada por más de 120.000 ciudadanos que pedían un referéndum sobre el tema.
Varias semanas de movilizaciones y debates públicos y una discusión de cuatro horas en el Parlamento terminaron en nada. La mayoría de los diputados optó por mantener la actual ley portuguesa que sólo permite el aborto en caso de violación, de graves riesgos para la salud física y psíquica de la madre, y de malformaciones del feto.
Una ley "casi igual a la española", como ayer no se cansaron de repetir los diputados de los partidos de derechas, que rechazaron liberalizar el aborto. "Y en España, el asunto está solucionado", concluyó la diputada Leonor Beleza, del Partido Social Demócrata (PSD), que, con los diputados del Partido Popular (PP), soportan con una mayoría absoluta la coalición en el poder.
Beleza dijo que la diferencia es que en España la ley es cumplida, mientras que en Portugal las mujeres no tienen respuesta a sus solicitudes dentro de los plazos establecidos por la ley y una gran parte de los médicos rechazan hacer abortos en cualquier circunstancia. Varias organizaciones calculan que hay unos 30.000 abortos clandestinos en Portugal cada año. La UE y la ONU han solicitado varias veces a Portugal la liberalización del aborto. La mayoría PSD/PP aprobó una recomendación al Gobierno para que la ley -aprobada en 1984- pase a ser efectivamente aplicada.
El PSD y el PP señalaron que nadie quiere enviar a la cárcel a las mujeres que hacen abortos. Y se alegraron de que, en los últimos años, ningún tribunal haya condenado a una mujer por aborto ilegal. "Criminalizar no significa una condena moral", aclaró Telmo Correia, del PP.
La oposición tachó este principio de "hipócrita", porque no evita la persecución de las mujeres por el sistema legal y policial ni que dejen de hacerlo de forma clandestina.
Las propuestas de despenalización de los partidos de izquierdas fueron rechazadas por los diputados del PSD, del PP y un pequeño grupo del PS. El PP -que ayer fue varias veces acusado por la oposición de ser un partido de "extrema derecha"- está en contra de la despenalización del aborto. Para mantener la coalición, cuyo acuerdo de formación establece que no se cambiará la ley durante la legislatura, los diputados del PSD fueron obligados a votar en contra de la despenalización.
La situación colocó en una situación muy delicada al PSD, porque durante las últimas semanas varios diputados del partido dijeron apoyar la despenalización del aborto y anunciaron que votarían al lado de la oposición. Acabaron por cambiar de bando, "para honrar los compromisos del primer ministro", según una declaración de voto presentada ayer por 12 diputados en la Asamblea de la República para justificar su posición final.
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