Tura defiende que las multas de tráfico aumenten según la renta del infractor

La consejera de Interior, Montserrat Tura, se mostró ayer partidaria de que las sanciones de tráfico sean proporcionales a la renta del infractor. Tura comentó en un encuentro con periodistas que la propuesta, que ya se aplica en otros países de la Unión Europea, como Finlandia y Suecia, le parece "muy interesante", aunque de momento no es una prioridad para el Gobierno catalán.

"No se trata de rebajar las multas de los que tienen rentas más bajas", precisó Tura, "sino de incrementar las de los que tienen rentas altas". En resumen: que pague más quien más gane. La consejera dijo que muchas de las personas que conducen buenos coches que pueden alcanzar velocidades muy altas tienen bastante dinero y no dan importancia a las multas pequeñas.

Detrás de esta propuesta se encuentra la principal preocupación de la consejera: reducir el número de muertos por accidente de tráfico. El año pasado, más de 600 personas perdieron la vida en las carreteras catalanas. La Unión Europea se ha fijado el objetivo de reducir el 50% las tasas de siniestralidad en el año 2010. A Tura, sin embargo, le gustaría alcanzar este objetivo mucho antes. Su fórmula: aplicar la "tolerancia cero".

Para lograrlo, cree que es indispensable aumentar la vigilancia y los controles, así como modificar tanto el Código Penal como la Ley de Seguridad Viaria. "La ley es excesivamente ambigua y da lugar a varias interpretaciones", añadió Tura. La consejera quiere que se castigue por la vía penal a quien conduzca sin carnet, quien sobrepase el 50% de la velocidad permitida y quien circule bajo los efectos de sustancias "que distorsionen sus capacidades". Además, cree que la implantación del carnet por puntos también ayudaría a reducir la siniestralidad.

En cuanto a las tasas de alcoholemia, es partidaria de que los conductores circulen "sin un gramo de alcohol en la sangre" y de que se extienda entre la población una práctica muy habitual en la mayoría de países europeos: que cuando se salga de copas en grupo, uno no beba. Y para inculcar desde las edades más tempranas el sentido de la prudencia y del civismo en la conducción, defiende que la educación viaria se enseñe en las escuelas y que ésta sea una asignatura evaluable, independientemente de que la materia forme parte o no del expediente académico.

Tura también se ha puesto en contacto con el sector de fabricantes de vehículos y les ha pedido que estudien la posibilidad de sacar coches al mercado en los que se pueda delimitar deliberadamente la velocidad.