Cien fotografías para evocar una historia de España

El decano de los museos madrileños, uno de los mejores museos de historia militar de Europa, pone colofón a su bicentenario. Para ello ha fondeado en su archivo y de él ha extraído un centenar de joyas que atesoraba y las exhibe hasta el 30 de mayo en Descubiertas. Fotografías de las colecciones del Museo del Ejército. El visitante comprueba aquí que sus documentos gráficos le permiten adentrarse en la historia y evocarla.

La historia, que teje y desteje la vida y crea memoria, existe. Pero su recuerdo se desvanece en numerosas ocasiones entre la bruma antigua de los días idos. Para combatir su amnesia quedan, sin embargo, testimonios. Un centenar de testimonios gráficos únicos, que acreditan que la historia de España fue tal, se exhibe en esta exposición singular en la planta baja del Museo del Ejército, en la calle de Méndez Núñez, junto al Retiro.

Se trata de una exposición de alto valor documental ya que aproxima a sus visitantes la actualidad de episodios sobre los que no se concibe que puedan quedar vestigios fotográficos. Algunos datan de hace siglo y medio. Ésta es la primera sorpresa que asalta a quien acude al viejo edificio que alojó el Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro. Su archivo fotográfico cuenta 6.000 fondos procedentes del patrimonio del museo, de otros centros militares y de donaciones de particulares.

Sorprende averiguar que se conserva un daguerrotipo del general Ramón Cabrera, llamado El Tigre del Maestrazgo, que se batió por las sierras ibéricas pugnando por la causa del carlismo, fruto de la querella dinástica que ensangrentó con tres guerras civiles el siglo XIX. El perfil, de grandes mostachos, del militar tortosino fue captado en el estudio londinense de William Kilburn en 1852.

Inquieta contemplar la fotografía de un infante carlista tomada en el año de 1875 en la localidad navarra de Bertiz por el francés Ferdinand Berillon. De unos cuatro años, el pretendiente viste el uniforme y la boina roja de los de su causa. Se ve rodeado de muchachos con sus fusiles y sus bayonetas caladas, como si se aprestaran a emprender el combate cuerpo a cuerpo.

Hondamente conmueve contemplar una fotografía, mordida ya por el añoso color sepia: muestra dos filas de ancianos venerables; algunos portan bastones y cada uno de ellos luce en su pecho una medalla en forma de cruz. Se trata, ni más ni menos, que de veteranos de la guerra de la Independencia, que resistieron el furioso empuje y el cerco de las tropas napoleónicas en Gerona en 1808. La fotografía fue tomada 60 años después de aquella gesta cuyo heroísmo conmocionó a toda Europa.

La mirada queda herida ante la ejecución del líder de la independencia filipina, José Rizal, que peleó bravamente contra la presencia colonial española. Abundan documentos sobre ejércitos centroeuropeos en la Primera Guerra Mundial y otros sobre la División Azul, enviada por Franco a Rusia en apoyo de la Wermacht, además de desfiles de Falange en Salamanca y de militares en San Sebastián. Empero, se echan de menos fotografías del bando republicano -la mitad de España - durante la Guerra Civil de 1936, ausencia incomprensible de esta -por lo demás- interesante exposición, organizada por el Ministerio de Defensa -Instituto de Historia y Cultura Militar más el propio Museo del Ejército-, así como por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de su Dirección General de Bellas Artes. Ha sido comisariada por Matilde Rosa Arias y Salvador Nadales Ocupa una sala de muestras temporales nueva, de 110 metros cuadrados, que antes albergaba miniaturas.

Descubiertas. Fotografías de la colección del Museo del Ejército. Méndez Núñez, 1. Martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Domingos y festivos, horario de mañana. Hasta el 30 de mayo.