Total disconformidad con 'menú de enfermo'

Como hija de un enfermo hospitalizado en la Fundación Jiménez Díaz, quiero hacer saber mi total disconformidad con la "comida" que en dicho hospital se sirve.

Todos sabemos lo triste y angustioso que es tener que permanecer un tiempo indeterminado ingresado, pero más triste me parece todavía que hagan pasar a los pacientes por el suplicio de tener que comer todos los días eso que ellos llaman "comida".

El momento en el que la bandeja llega a la habitación está lleno de sorpresas: un día te puedes encontrar con una sopa derramada, al siguiente con un filete totalmente helado, otro con un café (por llamarlo de algún modo) que es agua y, por supuesto, también helado.

A todo esto hay que añadir que a partir del día 1 de marzo de 2004 se han retirado las jarras con agua que se servían a los pacientes por la mañana y por la tarde.

Creo que esta "comida" lo único que puede producir en los pacientes es su empeoramiento, ya que no están bien alimentados.

Por todo esto, las familias nos vemos obligadas a tener que llevarles comida, si queremos que por lo menos tengan algo de alimento.

Esta situación me parece indignante, porque se sufre bastante en un hospital y deberían tratar a las personas como tales.

Todo este problema, como la mayoría, desgraciadamente, es por causa del dinero, ya que la empresa privada que ahora lleva la dirección del hospital, en mi opinión, prefiere ganar dinero.

Despidieron al personal de cocina para introducir en su lugar un catering, que, como ya he dicho antes, deja mucho que desear.

Por último, me gustaría decir que el personal del hospital de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, no tiene ninguna culpa y, en mi opinión, está de acuerdo con los familiares y los enfermos sobre este asunto que en esta carta que les envío denuncio.