Las seis grandes constructoras duplican beneficios por las plusvalías de Acciona

La bonanza que vive la construcción continúa. Las seis grandes compañías cotizadas del sector duplicaron su beneficio neto en 2003, hasta superar los 3.000 millones de euros, aunque sin tener en cuenta los resultados extraordinarios por la multimillonaria venta del paquete de Acciona en Vodafone, las ganancias conjuntas crecieron cerca del 6%. La cifra de negocio aumentó un 16%, hasta sumar 32.120 millones.

Ferrovial, Sacyr Vallehermoso (SyV) y OHL han sido las últimas en publicar sus resultados. La primera, controlada por la familia Del Pino, avanzó ayer un 5,24% en Bolsa, la mayor subida del Ibex, tras anunciar que alcanzó un beneficio neto de 340,6 millones el año pasado, un 25% menos que en 2002. Sin tener en cuenta el efecto extraordinario que supuso la venta del 40% de Cintra, filial de autopistas, al grupo australiano Macquarie, las ganancias crecerían un 14,9%. Las ventas aumentaron un 19,6%, hasta los 6.025,9 millones.

Mientras tanto, SyV, fruto de la unión de la constructora Sacyr y la inmobilaria Vallehermoso, registró un alza en su beneficio neto del 1,1% el año pasado, hasta 334,35 millones, incluidos los costes de la fusión, cercanos a los 31 millones. La cifra de negocio ascendió a 3.333,75 millones, un 61,5% más.

Por último, el beneficio neto de OHL, la más pequeña de las constructoras cotizadas, creció un 15,2% en 2003, hasta 48,5 millones. La facturación alcanzó 2.111,8 millones, un 19,2% más.

El resto de compañías del sector publicaron sus resultados la semana pasada (véase gráfico). En el grupo destaca Acciona. La compañía de la familia Entrecanales multiplicó por 12 su beneficio neto el año pasado, hasta 1.947 millones. Pero hay que tener en cuenta que sin los suculentos ingresos obtenidos por la venta de su participación en la operadora de telefonía móvil Vodafone, el resultado ordinario creció un 50,6%, hasta 258,5 millones.

Estreno bursátil de Cintra

Además, Cintra, filial de Ferrovial, podría salir a Bolsa. Según los acuerdos alcanzados en su día con Macquarie, los socios tienen hasta el 30 de junio para decidir si quieren cambios en su relación. En caso de que uno de ellos, como consecuencia de discrepancias, prefiera deshacer su participación, una opción es la salida a Bolsa.