Paulo Coelho descubre en la catedral de Vitoria una metáfora vital "del paso de lo invisible a lo visible"

Paulo Coelho (Río de Janeiro, Brasil, 1947) visitó ayer en Vitoria las obras de restauración de la catedral de Santa María en su única cita en España dentro de una intensa gira promocional de su último libro, Once minutos (Planeta y Círculo de Lectores). Acaba de pasar por Lituania, Japón y Albania y, tras la capital alavesa, viajará a Francia, Corea, Estados Unidos y Taiwan. El atractivo del especial proceso de recuperación del templo gótico le sirvió al escritor brasileño para recordar que "la catedral ya ha escrito su propio libro, que es como la vida de una persona, el paso de lo invisible a lo visible".

El autor de El alquimista, Veronika decide morir o La quinta montaña llegó a Vitoria el domingo, a pesar del temporal, en el que vio una metáfora de su personal camino a Santiago: "Dado el estado de las carreteras, y teniendo en cuenta que mañana [por hoy] tengo que estar en París, me pregunté cuál es el camino recto en una vida. Tenemos que ir a Vitoria, me dije, aunque las condiciones meteorológicas estén totalmente en contra; creo que es una metáfora del peregrinaje".

Después del recorrido por el templo, ofreció por la tarde una conferencia en un abarrotado teatro Principal, dentro del ciclo Encuentros con la catedral, que ha convocado en Vitoria a Ken Follet y a Mario Vargas Llosa. Allí habló sobre el camino iniciático que es para él el Jacobeo. "Lo mismo que pasa con la catedral pasa con nosotros. Veo unas bases que no tienen nada que ver con el proyecto final: aquí estaba la muralla de la ciudad y luego se ha edificado un templo durante siglos. Este proceso de reconstrucción continua, tanto en el hombre como en la catedral, es la manifestación de lo invisible en lo visible", dijo el escritor

. Y añadió: "Lo que sí tengo claro es que la catedral ya ha escrito unas páginas de mi vida".

Autor de reconocido éxito mundial desde que empezó a escribir con 39 años, con ventas millonarias (Once minutos, el relato de la vida de una joven brasileña que se dedica a la prostitución en Ginebra, fue uno de los libros más vendidos en el mundo en 2003), sus obras tratan de ofrecer una ayuda para vivir en tiempos sin fe, como en El guerrero de la luz. "El guerrero de la luz es la gente común que supera sus obstáculos y es capaz de dar con amor lo que cree que debe dar en su vida

", dijo.

En este camino vital, cualquier anécdota tiene su mensaje. El domingo, tras cenar, Coelho no encontraba su coche. Después de dar vueltas por la ciudad decidió dejar la búsqueda y optar por conocer Vitoria. "Fue una manera un poco agobiada, pero interesante, de conocer la ciudad de noche, una metáfora sobre el camino y el objetivo", comentó.