Argentina recupera el atractivo

Años después de haber superado una de las peores crisis económicas de su historia, Argentina se ha convertido en una oportunidad de inversión. La devaluación del peso, que tras 11 años atado al dólar se depreció un 190%, ha colocado los precios del país a un nivel muy competitivo que ha llamado la atención de los inversores. Los extranjeros se hacen patentes en sectores como el inmobiliario y el turismo, mientras la inversión local se centra más en la agricultura y la producción audiovisual, que ha encontrado en la exportación a Estados Unidos y Europa una importante vía de salida, hasta el punto de que la producción de anuncios y películas se ha incrementado un 40%.

No es extraño ver estos días en Buenos Aires grupos de españoles buscando piso, pese a que ya quedan pocas oportunidades. La reactivación de la economía y la falta de alternativa para invertir han convertido el sector inmobiliario en refugio para el dinero, y los precios se sitúan ya casi al mismo nivel anterior a la crisis. Pese a ello, algunos analistas consideran que aún pueden subir del orden del 15%.

El verano austral ha empezado con un incremento en el número de turistas del 8,6% con respecto al año pasado y aerolíneas y compañías hoteleras se han apresurado a ampliar su presencia allí. Entre los inversores con nuevos proyectos aparecen la española Sol Meliá y firmas como Accor, Hyatt y Marriott.

La agricultura, por su parte, vive la transformación de los cultivos. La soja ha desplazado del campo al maíz y al ganado vacuno, azuzada por la fuerte demanda asiática. La industria, mientras, se debate entre la necesidad de invertir para ampliar capacidad, o desatender los pedidos.