Putin consultará la elección del primer ministro ruso a la mayoría parlamentaria

El presidente ruso, Vladímir Putin, convocó anoche a los dirigentes de Rusia Unida (RU), el partido en el que se aglutinan sus seguidores, con el fin de demostrar que, tal como había prometido, tendrá en cuenta el parecer de la mayoría parlamentaria para nombrar nuevo primer ministro.

Con este gesto y con una visita por sorpresa a la sede del Gobierno -para agradecer los servicios prestados a Mijaíl Kasiánov, el jefe de Gabinete saliente-, Putin subrayó ante el electorado el mensaje simbólico de ruptura con las tradiciones de su antecesor en el cargo, Borís Yeltsin.

La identidad del favorito para la segunda posición en la jerarquía del Estado no se dará a conocer seguramente antes del domingo, ya que las consultas continuarán ese día, según dijo Borís Grizlov, el jefe del grupo parlamentario de RU en la Duma, después de entrevistarse con Putin. En las quinielas de los analistas políticos, el nombre de Grizlov se añadió a los otros candidatos que se barajan, entre ellos el del liberal Alexei Kudrin, hoy vicejefe de Ejecutivo; el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov; y Borís Alioshin, responsable de la reforma administrativa en el Gobierno. Grizlov dijo que RU aspiraba a puestos en el Gabinete.

La Constitución rusa, de carácter presidencialista y cortada a la medida de Yeltsin, no contempla vinculación alguna entre la mayoría parlamentaria y la formación de Gobierno. Sin embargo, en su mensaje a la nación de 2003, Putin se mostró partidario de consultar a la mayoría parlamentaria. Con todos los diputados tránsfugas que se le han incorporado, RU tiene 306 legisladores del total de 450 de la Duma. La formación de los seguidores de Putin ganó las elecciones parlamentarias con un programa basado en la fidelidad al presidente, pero hasta ahora es más un conglomerado amorfo que un verdadero partido político.

Si el candidato a la jefatura de Gobierno, de acuerdo con los plazos establecidos por la Constitución, debe ser dado a conocer antes de las elecciones presidenciales, el Gobierno, por su parte, no estará listo hasta junio, ya que además de su composición cambiará también su estructura, según indicó Putin.

Kasiánov comentó ayer por primera vez su destitución y reconoció que se había enterado de la misma en la mañana del martes. "El contrato que concertamos el presidente y yo en enero de 2000 se ha cumplido", manifestó. La disolución del Ejecutivo debía de haberse producido después de las elecciones, pero al presidente "se le ocurrieron otras ideas", dijo el primer ministro saliente.